“El Caudillo ha constituido la única
Fuerza de conservación social
En América Latina…”
Laureano Vallenilla
I
En 1919 el sociólogo Venezolano Laureano Vallenilla, publica una serie de reflexiones históricas en torno a su país y a la figura de Simón Bolívar. En ocho apartados “El Cesarismo Democrático” (Ed. Carabobo, Caracas, 2010) pronto es objeto de estudios, análisis y críticas tanto en América Latina, como en Europa. Incluso Benito Mussolini quien llega al poder en Italia en 1922; ordena su traducción al italiano. Será uno de sus libros de cabecera. ¡Qué mejor un libro que enaltezca la figura de César!
De igual modo el General Lázaro Cárdenas lo leyó, al igual que Juan Domingo Perón o Leónidas Trujillo.
Las tesis que plantea Vallenilla son sencillas y basadas en la historia de América Latina:
I.- En casi todas estas naciones de Hispano América, condenadas por causas complejas a una vida turbulenta, el Caudillo ha constituido la única fuerza de conservación social.
II.- Existe siempre, como una necesidad fatal “El gendarme electivo o hereditario de ojo avizor, de mano dura, que por las vías de hecho inspira el temor y que por el temor mantiene la paz”.
III.- Todo pueblo tiene, no el Gobierno que se merece —como dicen los empíricos y los pesimistas— sino el sistema de Gobierno que él mismo produce de acuerdo con su idiosincrasia y con su grado de cultura.
IV.- El César democrático, es siempre el representante y el regulador de la soberanía popular. “Él es la democracia personificada, la nación hecha hombre”.
V.- En él se sintetizan estos dos conceptos al parecer antagónicos: Democracia y Autocracia, es decir: Cesarismo Democrático; la igualdad bajo un jefe; el poder individual surgido del pueblo por encima de una gran igualdad colectiva.
VI.- En nuestros sistemas democráticos. el Jefe de la nación ejerce poderes superiores a los de un monarca.
VII.- La democracia americana tiene un sentido completamente distinto al de la democracia europea y norteamericana.
VIII.- Nuestro personalismo es también otra demostración de incapacidad absoluta para la vida de la civilización y del derecho.
IX.- Mi Cesarismo Democrático —lo ha dicho un ilustrado profesor norteamericano— “No es un libro para Venezuela, sino para toda la América hispana, no es un libro para un momento, sino para toda una época”.
X.-En el Cesarismo Democrático, los líderes no se eligen sino se imponen.
II
Hoy en América latina se asoma el espectro de gobiernos denominados de izquierda; pero que en realidad son populistas. Y a la cabeza de ellos, aparece la figura del caudillo. Del gobernante que ha sabido sintetizar los anhelos del ‘pueblo’ en un proyecto político donde:
I.- El neoliberalismo aparece como en enemigo histórico a destruir.
II.- Obteniendo triunfos electorales arrasantes, sintetizan la fórmula de la democracia. Si las mayorías los apoyan, las minorías no cuentan.
III.- Teniendo en control del poder legislativo y judicial, la alternancia y pluralidad, así como la existencia de los partidos políticos no tienen cabida ni lógica. Todos están con él ¿Entonces para que gastar presupuesto en estos actores?
IV.- Su misión es santa e incuestionable, acabar y atender a los pobres. ¿Acaso alguien en su sano juicio podría ponerse a este fin de gobierno?
V.- Sus héroes ya no son los nacionales o internacionales. ¡Cristo! Se ha convertido en el ícono.
VI.- Lo mismo Luis Ignacio Da Silva ‘Lula’ en Brasil o AMLO en México, se ocupan y preocupan por gobernar para los pobres y darles de comer a todos.
VII.- En Nicaragua Daniel Ortega y su partido obtuvo un triunfo total en 153 municipios.
Lo mismo Daniel Ortega, AMLO, o Lula requieren de las mayorías y les estorba la oposición.
III
Hoy las tesis de Vallenilla son más actuales, haciendo un trabajo sintetizador, y a reserva de que se pueda desarrollar como una investigación, podemos concluir que hoy:
1.- El Caudillo ha constituido la única fuerza de conservación social. Lo mismo AMLO que Daniel Ortega se siente necesarios para sus pobres. Las encuestas de popularidad les dan ese crédito. Son populares, aunque cabría averiguar si sus gobiernos han sido eficaces y eficientes.
2.- “El gendarme electivo o hereditario de ojo avizor, de mano dura, que por las vías de hecho inspira el temor y que por el temor mantiene la paz”. La política de ‘Abrazos y no balazos’; no ha despertado temor. Aunque si ha demostrado la tolerancia hacia los grandes capos del narcotráfico que hoy controlan el 30 % del territorio nacional según la DEA de USA.
3.- Todo pueblo tiene, no el Gobierno que se merece —como dicen los empíricos y los pesimistas— sino el sistema de Gobierno que él mismo produce de acuerdo con su idiosincrasia y con su grado de cultura.
La pluralidad política, la transición política de un régimen autoritario a otro democrático. No lograron un avance en la transformación económico. En 2018 los mexicanos votaron contra la corrupción. Y se regresó al viejo y añejo presidencialismo. Al partido de Estado, al partido hegemónico. El ejecutivo tiene el control del Congreso, de los Estados, del presupuesto, del ejército y ataca a diario a la prensa, a las universidades y a los intelectuales.
El presidencialismo mexicano, es un mal necesario hoy. Se tiene la fe en un redentor que con sus ocurrencias salvará al país.
4.- El César democrático, es siempre el representante y el regulador de la soberanía popular. “Él es la democracia personificada, la nación hecha hombre”.
Daniel Ortega, el ex guerrillero y AMLO el terco son expresiones y encarnaciones de la democracia. Ellos fueron derrotados y se les cometió fraude en elecciones pasadas. Hoy ellos, saben lo que es bueno para el pueblo. Se han propuesto destruir las instituciones electorales que los llevó al poder.
5.-. En él se sintetizan estos dos conceptos al parecer antagónicos: Democracia y Autocracia, es decir: Cesarismo Democrático; la igualdad bajo un jefe; el poder individual surgido del pueblo por encima de una gran igualdad colectiva.
El César es un demócrata que defiende al pueblo que votó por él, y un autócrata contra quienes no piensen como él. Son “Corruptazos, cínicos, conservadores, cretinos, mentirosos”.
6.- En nuestros sistemas democráticos. El Jefe de la nación ejerce poderes superiores a los de un monarca. Hoy en México y Nicaragua, el poder ejecutivo es más que un presidente, es un monarca. Un nuevo Calígula.
7.- Nuestro personalismo es también otra demostración de incapacidad absoluta para la vida de la civilización y del derecho.
Para AMLO y Ortega, hay una frase que los sintetiza “¡No me vengan que el derecho es primero”!
“! ¡Al diablo las instituciones!” sus caprichos están por encima de la Constitución, de las instituciones y las leyes que les permitió llegar al poder.
8.- En el Cesarismo Democrático, los líderes no se eligen sino se imponen. De ahí la necesidad de promover hoy encuestas donde ‘El pueblo’ elija, decida. Porque los candidatos son elegidos por el César.
La reforma electoral es el desmantelamiento de ese organismo autónomo que ha organizado de manera transparente las elecciones.
9.- La democracia americana tiene un sentido completamente distinto al de la democracia europea y norteamericana. Por eso, para Ortega, AMLO o Lula, las críticas provenientes de Europa y USA no existen. Están equivocados.
10.- “No es un libro para Venezuela, sino para toda la América hispana, no es un libro para un momento, sino para toda una época”.
La presencia del caudillo, que no del dictador. El César Democrático, es decir, pareciera que el desarrollo político de América latina, es más que contradictorio. Se elige de manera electoral a un líder para ser presidente, después vendrá a destruir a todos los actores de la vida democrática. Y esa será la mecánica del poder en la región.
La visión de análisis de Laureano Vallenilla, sigue siendo actual. Es una decepción que en las universidades y en concreto en las Facultades de Sociología, Ciencia Política, Historia o Filosofía su libro no exista.
El fenómeno del cesarismo democrático, debe de reactualizarse y estudiarse a través de los ejemplos históricos que he mencionado Lula, AMLO y Daniel Ortega.
