Por. Luis Román


“Dicen los naturales, hay una ciudad maravillosa y rica,
llamada Tenochtitlán que está edificada
con arte sobre una laguna grande y
de su rey y señor llamado Moctezuma”
Cartas de Relación.
Hernán Cortés

I

Las grandes civilizaciones son hidráulicas, es decir todas han buscado los ríos o lagunas de agua dulce para sobrevivir. El agua y el desarrollo del hombre van de la mano. Hablar de un pueblo como lo fue el azteca; es hablar de cómo obtenían y controlaban el agua para vivir.
Y esta situación nos lleva a reconocer que los aztecas fueron grandes ingenieros “Vieron con mucho ingenio la posibilidad de traer agua a sus tierras y fueron los iniciadores de la hidráulica en México” (Peña Santana, Patricia. Historia de la Hidráulica en México, Ed. Conagua – UNAM, México, 2012, p. 12)
La primera problemática a la que se enfrentaron los aztecas, era obtener agua para beber y por ello, es necesario recurrir a su vida cotidiana.
Las primeras obras hidráulicas que realizaron para uso doméstico fueron:
I.- Recolectar el Agua de Lluvia: se captaba mediante canales, zanjas, aprovechando el agua rodada en patios y casas o bien conduciéndola desde los techos de las viviendas por medio de canoas.
“En las viviendas el agua se almacenó en recipientes de barro, enterrados a veces, en piletas. Incluso cavaban una especie de cisternas subterráneas llamadas chultunes” (Soustelle, Jacques. La Vida Cotidiana de los Aztecas en Vísperas de la Conquista, Ed. FCE, México, 2006, p. 45)
II.- Los Jagüeyes: Otra obra hidráulica que adoptaron fue aquella basada en la recolección de agua de lluvia y que escurría a través de las laderas de los cerros. Los llamados jagüeyes, que eran depósitos pluviales a cielo abierto, y se hacían sobre todo en zonas áridas. Se aprovechaba las hondonadas naturales, situados en terrenos cercanos a cerros y lomeríos, se canaliza el agua en pequeñas corrientes pluviales o el escurrimiento de los cerros.
III.- Los Acueductos: Para la historiadora Teresa Rojas, la construcción de acueductos en el México antiguo conoció tres etapas:
a) Acueductos de tierra, bajos y cortos, como el construido en Oaxaca, llamado la coyotera.
b) Los acueductos hechos de varas y troncos entretejidos con piedras, tierra y céspedes que servían para rellenar y atravesar barrancos.
c) Los Acueductos construidos sobre taludes hechos de cal y cantera.
Los dos primeros abastecieron a Tenochtitlán, y el tercero conocido como ‘Los Baños de Nezahualcóyotl” combinó varias funciones – irrigación, recreación y agua de uso doméstico – aún se conservan algunos vestigios.
En el año de 1418, cuando Chimalpopoca estaba al frente del señorío azteca, le pidió ayuda al rey poeta Nezahualcóyotl para llevar a cabo la construcción del acueducto que transportaría las aguas del manantial de Chapultepec hasta la capital del imperio.
El asesoramiento del rey poeta, señor de Texcoco fue porque él conocía al detalle las obras hidráulicas hechas desde la época de Xólotl (¿- 1232) y sabía de las técnicas de construcción de los acueductos, llamados apipolalli, así como de presas conocidos como Tlaxquilacaxtli.
El rey Nezahualcóyotl es considerado hasta nuestros días como un gran ingeniero hidráulico.
IV.- Los Pozos Verticales o Aguas Subterráneas:  Los mayas fueron los pioneros en realizar pozos, incluso en Necoxtla, puebla fue hallado uno con una antigüedad de 7, 900 años. La perforación de pozos tenía como objetivo, surtir del vital líquido a las poblaciones y en ocasiones irrigar los campos.
Como vemos, las obras hidráulicas de la vida cotidiana entre los aztecas, fueron de vital importancia. Esta gran civilización tuvo un uso y manejo del agua de manera acertada y sobre todo científica, apoyada con conocimientos y cálculos matemáticos de ingeniería.
Tenochtitlán era el centro comercial del imperio y así se veía su gran mercado junto al templo mayor, que sin duda necesitaba de agua para su limpieza: “tiene la ciudad muchas plazas donde hay mercados, donde se compra y se vende de todo. Hay diariamente más de 60 mil ánimas comprando y vendiendo, donde hay toda clase de mercadurías. Desde joyas de oro, plata, plomo, latón, cobre, conchas, caracoles. Otra calle donde se venden aves como gallinas, perdices, codornices, palomas, buharros, águilas, halcones, gavilanes.
Venden conejos, venados, y perros pequeños que crían para comer. Hay boticarios, barberías, casas donde dan de comer y beber. Hay cargadores que se alquilan, hay leña, carbón, frutas, verduras, venden miel de abeja y miel caña tan dulce como el azúcar, pulque que es un buen vino. Venden mucho pescado fresco y salado, huevos de gallina, tortillas. Cada género de mercancía tiene una calle. Todo se vende por cuenta y medida” (Díaz del Castillo, Bernal. Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, Ed. Porrúa, México, 1980, p. 120)
A esta gran ciudad hidráulica que tanto maravilló a los españoles y que compararon con Venecia. Durante su asedio y sitio en agosto de 1521, se le cortó el sumistro de agua que corría por los acueductos.
Así lo relata Cortés “ordené a dos capitanes quitar el agua dulce que por caños entraba a Tenochtitlán, se cortaron y quebraron los caños que eran de madera y cal y canto” (Cortés, Hernán. Cartas de Relación, Ed. Porrúa, México, 1980, p. 132)
Si Tenochtitlán floreció porque estaba en un lugar lleno de agua, una de las causas de su derrota fue precisamente, la falta del vital líquido.

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