(2º Parte)
“Indiferente a los demás, atento siempre a los demás.
Aprendiz con los más simples, maestro de los pensadores”.
I
Whitman es más que un poeta común, revoluciona la poesía. No existe la rima ni el ritmo. Pero su poesía se empapa del trabajo y no trabajo del campesino, del obrero, del vagabundo, del ratero.
Su poesía nace y florece en los caminos del campo, la naturaleza es la mejor escuela de poesía. Mira al mundo cotidiano desde otra óptica.
“Me iré a la orilla de del bosque
Me quitare el disfraz
Y quedaré desnudo”
El hombre ama la naturaleza, el bosque con su calma nos vuelve más sensibles. Los árboles nos invitan a la felicidad.
“Holgazanea conmigo sobre la hierba
Me gusta el arrullo de tu voz
De flauta”
Whitman es precursor de los Hippies y de los ecologistas:
“Estoy enamorado
De todo lo que
Crece al aire libre”
Todo es vanidad, nada se lleva el hombre a la tumba.
“Indiferente a los demás, atento siempre a los demás.
Aprendiz con los más simples, maestro de los pensadores”.
Sabedor de su poesía y filosofía, sabe que lo que le pasa a él, le ocurre al resto. Un sentimiento expresado por el poeta, es reflejo de que le pasa a los demás hombres.
“Estos son los pensamientos de todos los hombres”.
Todo es relativo en esta vida, nadie pierde o gana. Todos reciben enseñanzas de sus triunfos o fracasos:
“¿Has escuchado que es bueno ganar batallas? Afirmo que es bueno perderlas también. Vivas por los vencidos, por los generales que perdieron batallas, por los héroes vencidos que son iguales a los grandes generales”.
La poesía es eterna, expresa los sentimientos de todos los seres humanos.