Por. Luis Román


(1º Parte)

¿Qué significa
Para ti,
casarnos Ernesto?
Hilda Gadea.
I
Los grandes hombres, políticos, pensadores, científicos, o dedicados a cualquier disciplina, no se proponen nunca llegar a ser tales. La vida o el destino, los conduce por senderos que en ocasiones los lleva a laberintos o metas en las cuales ni pensaban ni se imaginaban; y un buen día son inmortales.
Tal es el caso de Ernesto “Che” Guevara, he sido un asiduo lector de todo lo que escribió a lo largo de más de 40 años. Desde sus “Obras Completas” editadas por el gobierno de Cuba en los 80’s, hasta “Obra Revolucionaria” (Ed. Era, 1970) una antología de textos políticos, hasta “Guerra de Guerrillas” (Ed. Ciencias Sociales). “Mi Hijo El Che” de Ernesto Guevara Lynch (Ed. Planeta, 1982).
A finales de los 90’s y principios del siglo XXI, después de haber hallado los restos del Che en una pista de vuelo en Bolivia en 1997, y la repatriación de sus restos a Cuba. El gobierno de la isla se propuso crear el Instituto Ernesto “Che” Guevara y reunió la biblioteca personal, documentos, diarios y estudios que “El Che” realizó en vida.
Así Jorge Castañeda público “La Vida en Rojo” (Ed. Alfaguara, 2001, México) un texto donde a través de documentos y fragmentos de cartas privadas, maneja la tesis de que Fidel quería lejos al “Che” después de la crisis de los misiles en 1962, que hizo que la URSS estableciera una base nuclear en Cuba y con misiles apuntando a USA.
Guevara era partidario de tener armas nucleares en la isla, Fidel no. Y era incómodo para los soviéticos. De ahí, la premura de que “El Che” se fuera de Cuba. En ese año, Paco Ignacio Taibo II público “El Año Que Estuvimos en Ninguna Parte” (Ed. Planeta, 2002, México) donde a través de fragmentos de diarios tanto del “Che” como de otros compañeros suyos describen las vicisitudes que vivió en el Congo en 1965. En esos años se publicó “El Diario del Congo” (Ed. Ciencias Sociales, la Habana, 2003).
Taibo II escribió “Ernesto Guevara: También Conocido como El Che” (Ed. Planeta, 2005, México) un homenaje a ese joven médico, desparpajado que salió un día de Argentina y viajo por Perú, Colombia, Venezuela, Panamá, USA, y llegó a Guatemala con la idea de ir a México, Cuba y quizás a Francia o a China. Pretendía viajar 10 años por el mundo y después regresar a estudiar una especialidad.
¿ Qué paso?¿ Por qué no llevó a cabo sus planes? Lector de literatura universal, amante de poesía, aficionado a la filosofía, economía y pensamiento político. Nunca perteneció a un partido político o un grupo cultural.
II
La editorial Océano Sur de España publicó en 2019 “Epistolario en el Tiempo” una antología de cartas que van desde 1947 a 1967. En ellas podemos ver la evolución en el pensamiento y sentimientos de un joven médico que decide ir en contra de la autoridad y riqueza de su familia. Y sobre todo de su asma.
Decide viajar a distintos países llevando sólo lo necesario, trabajando de lo que sea, a veces de fotógrafo, médico, obrero, y entabla amistad con gente con ideas revolucionarias. Su idea era viajar 10 años, al continente, luego Europa y Asia. Y vencer al asma, no es un discapacitado, es un joven aventurero que desea alejarse de la potestad de sus padres.
Lee en forma desordenada lo mismo literatura, historia, economía. Su estancia Perú, Venezuela, Colombia, Panamá, y USA no le aportan nada en especial. Nada escribe sobre sus posibles amoríos, Ernesto era un joven agraciado para las mujeres. Y no deja testimonio de ello.
Pareciera un monje que sólo viaja y no le importa otra cosa. Sus cartas no son documentos donde haga una crítica social o podamos percibir sus sentimientos o emociones. Se aparece un Guevara plano, sin emociones.
En 1972 su primera esposa, la peruana Hilda Gadea escribió “Che Guevara” Años Decisivos (Ed. Aguilar) con el único fin de desmentir a uno de sus amigos de Guevara que afirmaba que en México “El Che” conoció a integrantes del movimiento 26 de julio en México y no en Guatemala.
Hilda demostró en su libro que fue en Guatemala donde “El Che” no sólo conoció al movimiento 26 de Julio, sino además adquirió conciencia revolucionaria al vivir la caída del gobierno de Jacobo Árbenz en 1955.
En “Epistolario en el Tiempo”, Guevara es escueto y frío, en una carta a sus padres les comenta “Me casé con Gadea y tendremos un hijo dentro de un tiempo” (p.93).
III
¿Quién mejor que una mujer y más si fue su esposa para hablar de un hombre? Hilda recuerda de la siguiente manera al joven médico Ernesto Guevara.
“Cuando me presentaron a Ernesto, me impresiono negativamente, era un joven muy engreído. Me dijo que quería ir a Francia. Yo le dije que sería interesante hablar con unos amigos cubanos que habían salido de Cuba por atacar al cuartel Moncada, y le conté de lo hecho por Fidel Castro, me miro y burlonamente me dijo ‘Cuéntame una de vaqueros” (Ibíd. p. 24).
A Guevara sólo le importaba viajar, ir a China. Cuando Hilda le presenta a los cubanos, simpatizan y desde entonces tiene relación con Cuba. Aunque no quita el dedo del renglón de seguir viajando.
Hilda es una joven economista, que salió de Perú perseguida por la dictadura. Es una mujer preparada y conocedora de la política latinoamericana. Ella lo condujo a los cubanos y le hace leer a Freud, a Marx, Lenin y algo de economía.
Ante la caída de Árbenz, la policía secreta detiene a Hilda y la manda a México, ella deseaba ir a Perú. No es así. Y Ernesto, tenía el propósito de conocer primero México y luego Cuba. Sale huyendo de Guatemala por saberse perseguido por la policía secreta. Antes de que pasara todo esto, Ernesto le había dicho a Hilda “Tengo el presentimiento, que en México sí nos casaremos” (Ibíd. p. 89).
Tanto Hilda como Ernesto son parcos en la descripción de sus amoríos. En ningún documento, fragmento o carta de asoma el amor.
“Él insistía en casarse, yo le respondía que lo amaba, pero no para casarnos. Yo era de la idea de que casarse me limitaría en mis actividades políticas. Él sacaba el ejemplo de Lenin y Marx quienes casados continuaron su lucha política” (Ibíd. p. 58)
Ernesto escribe y lee poesía, nunca llegó a tener un sentido poético. Su intención es comunicar. Pero su frialdad de temperamento lo aleja de una disciplina que requiere tener los sentimientos sueltos. El Che no es ni será un buen poeta.
Ya en México Ernesto conoce a Fidel y Raúl Castro, sus conversaciones duran hasta 10 horas. Fidel es un ideólogo, un político, un orador. Un hombre que tiene una sola idea hacer la revolución en Cuba. Ernesto cuando conoce a Fidel, su vida e ideario dará un giro de 180 grados. De no encontrarse con él, hubiera sido un aventurero siempre.
“Salíamos dos o tres veces por semana a caminar y al cine, le gustaban mucho las películas de Cantinflas, al igual que Fidel Castro” (Ibíd. p.89)
Ernesto era de trabajar, leer, salir al campo, ver películas e Hilda como mujer vivía – tampoco nos cuenta cuantos amantes tuvo en su estadía en Guatemala – ella como toda mujer gustaba de ir a fiestas y bailar. Un día que Ernesto, acude a su casa, y no la encuentra, la espera y no vuelve. Al día siguiente, ella le contara que fue a una fiesta con amigos donde bebió y bailo.
Ernesto no se enfurece, pero sorprendido le dice “¡No sabía que eras tan frívola! ¡Cómo que te gusta bailar!” (Ibíd. p. 58).
En agosto de 1956 Hilda le comenta a Ernesto que está embarazada, sólo de esta manera logra que ella acceda a casarse. La boda se celera en Tepotzotlán teniendo como padrino a Raúl Castro y donde Hilda escribe a sus padres contándoles su decisión.
En ese momento Ernesto, lee una convocatoria de la OMS – organización mundial de la salud – para hacer una residencia en África, sueña con ir allá. El joven padre y médico, sueña todavía con viajar. No toma en cuenta a los cubanos ni a Hilda.

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