Por. Luis Román

(1º Parte)

Dime que deje de beber y beberé.
Dime que deje de fumar y beberé.

Ava Gardner.

I

En las redes sociales existe hoy en día una tendencia a resaltar la belleza de las actrices de antaño. Y hoy ocurre con la famosa actriz norteamericana, Ava Gardner (1921 – 1990).
Ava es recordada como uno de los rostros femeninos más perfectos del cine norteamericano y mundial. Una mujer bella sin duda alguna, pero que al final de su vida escribió “Yo hubiera sido feliz, cocinando la cena para mi esposo, que llegara a trabajar y lo recibiera con todo el amor que podía. Pero no fue así” (Ava: Mi Vida, Ed. Grijalbo, México, 1990, p. 34).
Ava fue esposa de hombres celebres en el mundo de la farándula: el cómico y bailarín Mickey Rooney, el músico Artie Shaw, y Frank Sinatra “La Voz”. Amante del millonario Howard Hughes, el torero Luis Miguel Dominguín, el actor Bob Taylor, George Scott y fue amiga del escritor ingles Robert Graves.
La vida de Ava contada por ella misma, es la historia de la joven bella de provincia que, de la noche a la mañana, gracias a su belleza alcanza la celebridad. No tiene quien la oriente. Y cae en un mundo fascinante, donde el dinero, el lujo, los hombres y el alcohol corren como río.
Durante sus 66 años de edad, Eva es una diva del cine. Pero nunca alcanza la cúspide del estrellato. Fue una actriz de mediana clase. Algo le falto para ser en verdad inmortal. Quizás un mejor director, guionistas, y dedicarse más a la actuación.
Nunca tuvo tiempo para la maternidad. Las dos veces que se embarazó de Sinatra, abortó “No era tiempo. No estaba preparada” escribió.
Aficionada al alcohol busco hombres con ese perfil. Al final, es víctima de una apoplejía que le inmoviliza la parte izquierda del cuerpo. Y víctima de neumonía muere sola a los 66 años.


II
Ava Gardner fue amiga de Ernest Hemingway y de Robert Graves. Ambos escritores la arroparon y guiaron en sus lecturas. Ella siempre deseo haber estudiado una carrera universitaria.
Inicia su biografía de la siguiente manera “Me llamo Ava Lavina Gardner, nací el 24 de diciembre de 1921 en Carolina del Norte. Soy signo capricornio. Desde pequeña supe que no algo tan pequeño como las estrellas estorbarían mi camino al triunfo” (Ibíd. p. 45).
La familia de Eva se dedicaba al campo, a la siembra y cosecha de algodón y tabaco, así como a la elaboración de puros. Eran 7 hermanos y ella era la más pequeña.
En Carolina, Ava acudió a la escuela y recibió una educación cristiana muy puritana “En mi adolescencia, sentí terror al ver mis trusas manchadas de sangre y con el tiempo, mis senos crecían. Y mi madre siempre me decía: Sí tienes relaciones sexuales pre matrimoniales te meto dos metros bajo tierra” (Ibíd. p. 45).


Ava a los 13 años después de cursar la educación básica. Se inscribe en una escuela de secretarias. Su padre ha comenzado a presentar problemas pulmonares. Y morirá.
Su madre, decide cambiar de residencia, para tener mejores oportunidades. Ya una de sus hermanas mayores se ha casado y vive en Nueva York. Se lleva a la joven Ava a pasar unos días en esa glamorosa ciudad. Pasando por un estudio fotográfico, el dueño sale y le pide a Ava posar para una foto que mostrara en su estudio. “Eres un rostro perfecto”. Ava se sorprende y accede, ya es una adolescente y le gusta escuchar que es guapa.
Lo demás es la historia de un cuento de hadas. Pasan los días, y el día menos pensado. Alguien llama a su cuñado, quien trabaja en un teatro de Nueva York, y le pide el nombre de la jovencita que poso para la fotografía. “ es mi cuñada, y se llama Ava Gardner”
Los citan en el estudio. El cuñado le cuenta a Ava lo ocurrido, acuden desconcertados. Son ejecutivos de la compañía cinematográfica Metro Golden Meyer, quienes andan en búsqueda de jóvenes talentos, aun no saben si Ava sabe actuar, solo saben que su rostro es hermoso.
Los ejecutivos le ofrecen un contrato de exclusividad por $ 35 dólares a la semana, y la posibilidad de recibir clases de actuación y de comenzar a filmar comerciales y salir en portadas de revistas. Ava accede. La suerte y fortuna están de su lado.
Su padre morirá en esos días. Ava teme que su madre se opongo. No es así, su cuñado s encargara de llevarla a California, en Hollywood. Allí Ava se irá convirtiendo en una joven promesa del cine norteamericano

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