Luis Román

Escritor y Columnista


“El gran objetivo debería de ser siempre permitirle
a la gente una vida digna a través del trabajo.
No es solución ayudar a los pobres con dinero…”
Papa Francisco.
I
La iglesia católica con la llegada en 2013 de Jorge Mario Bergoglio mejor conocido como Francisco ha conocido una serie de cambios doctrinarios que antes simplemente eran impensables: no se ha opuesto a los derechos de los homosexuales y lesbianas, tanto para vivir juntos como para poder adoptar un niño. Ha reconocido la necesidad imperiosa de que si el hombre ejerce violencia física, sexual, psicológica o de cualquier tipo, la mujer puede y debe romper esa relación; aún cuando se hayan casado por la iglesia. Ha abogado porque los servicios de la iglesia no se cobren, quizás aún falta mucho pero su presencia ha estado del lado de la razón y el sano juicio.
Los papas a través de cartas conocidas como encíclicas escriben sobre asuntos de la iglesia o puntos de la doctrina católica. Francisco ha escrito durante su papado tres: Lumen Fidel donde trata sobre la fe católica. Laudato Si que trata del medio ambiente y el desarrollo sustentable. Y en 2020 en medio de la pandemia escribe Fratelli Tutti que versa sobre la fraternidad y amistad.
A través de estas cartas conocemos el pensamiento, argumentos y concepción que el Papa en turno tiene de todo lo que atañe al mundo en el momento histórico que vive.
II
Francisco escribe Fratelli Tutti (Ed. Buena Prensa, 2020, México, 2002) en medio de la peste de Covid 19 y ahí expresa lo que políticamente esta viviendo en mundo y México en particular.
El populismo es una real amenaza para la sociedad hoy. “La historia da muestras de estar volviendo atrás” (ibíd. pág.10). En América latina, parecía haber superado la era de los caudillos y personajes literarios donde el poder ejecutivo sometía a su gusto a los poderes del Estado, al Ejército y suprimía los medios de comunicación.
Al inicio del siglo XXI América latina vivió la pesadilla de Luis Ignacio ‘Lula’ Da Silva en Brasil, de Evo Morales en Bolivia, de Hugo Chávez. Se hablo de un socialismo latinoamericano. No fue así, ya no existía la URSS y Fidel Castro ya era un anciano.
Lo que llamó la atención, fue que a través de la vía electoral, estos actores llegaron al poder. Desde la presidencia comenzaron a reformar sus leyes y lograron perpetuarse en el poder. Renació el populismo en la región.
La situación económica de sus pueblos no mejoró, todo lo contrario. La inflación, la pobreza aumento. México esa primer década del siglo XXI permaneció al margen. En 2018 con la llegada al poder de AMLO y su MORENA ha seguido parte del camino recorrido por esos países y actores. Hoy México es un país dividido, polarizado desde el palacio nacional.
AMLO acusa a la prensa de ‘neoliberal’, ‘chayoteros’, y a quienes no están de acuerdo con él, son ‘conservadores’, ‘fifís’, ‘adversarios’. Un vocabulario que enciende y acusa al pasado de los errores que no han podido resolver.
III
AMLO bautizó a su gobierno como la 4 Transformación de México, no cree en la herencia doctrinaria de la revolución mexicana. Él es el mesías, el iluminado. Aunque nunca fue ni ha sido un hombre de letras, de lecturas, de ideas. Su proyecto es una serie de ideas fragmentadas que se apoya en Benito Juárez y él mismo se cree una encarnación del benemérito de las Américas. AMLO frente a Europa no acepta críticas, México no es una colonia. Él esta aquí para defender a México.
De lo que se trata dice Francisco “es que los jóvenes ignoren todo lo que los ha precedido” (ibíd. pág.12). Para el populismo todo lo anterior a él, fue pésimo. No tiene caso acordarse de nada del pasado. La historia comienza con el líder populista.
En el populismo “ya no es posible que alguien opine sobre cualquier tema sin que intenten clasificarlo como enemigo al nuevo régimen o desacreditarlo injustamente” (Ibíd.pág. 104). ¿Alguna semejanza con lo que ocurre a diario en las mañaneras del presidente?
“Hoy se utiliza el mecanismo político de exasperar, exacerbar y polarizar. Se niega a otros el derecho a existir y a opinar, y para ello se acude a la estrategia de ridiculizarlos y cercarlo” (Ibíd. pág. 13)
Nadie puede disentir contra un populista, de hacerlo, es un adversario, un conservador un enemigo de la transformación. Aunque en la vida cotidiana, la situación económica de sus seguidores sea igual o peor que cuando llegaron al poder.
Lo que se persigue es el silencio, la intimidación. Nadie está informado, porque no escuchan la misa del líder populista. Él conoce todo, él tiene otros datos. Sus secretarios de estado, no promueven su campaña de revocación. Aunque haya fotografías y testigos, no. Todo es mentira.
Lo que busca el populismo es “Perpetuarse en el poder” (Ibíd. pág. 105). Por eso sus fanáticos lo llaman “El mejor presidente del México contemporáneo”. Las instituciones no son garantía de gobernabilidad, ni los partidos políticos. Ni los periodistas o las universidades. Sólo él es necesario.
Y el padre protector de los ancianos, de los pobres y de los marginados. Él da becas. Aunque nunca haya generado empleos. Francisco es claro “el gran objetivo debería de ser siempre permitirles a la gente una vida digna a través del trabajo. No es solución ayudar a los pobres con dinero. No existe peor pobreza que aquella que priva del trabajo” (Ibíd. pág. 107).
El populismo no busca generar empleos, ni llamar a los empresarios a invertir en su país. El líder populista es el dueño del país y no necesita de nadie. Aunque tarde o temprano se paguen las consecuencias económicas de este aislamiento.
México se integro tarde a esa oleada de gobiernos populistas en América Latina. El gobierno de la 4 T es un espécimen en extinción. Como vemos esta es una preocupación que Francisco ha expresado en su encíclica que hoy es una radiografía de lo que vivimos en México.

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