Luis Román
Soy Marga López y esta es mi historia
La escribo porque tal vez
No haya mañana.
Porque mi ayer es suficiente y llena de
Vida…
I
Los libros de memorias tanto de políticos como de gente del mundo del espectáculo, incluso de intelectuales resultan en la mayoría de los casos, verdaderos fiascos.
¿Cuál sería el propósito fundamental de escribir un libro de memorias? Supongo que narrar, describir la vida de esa persona, con sus buenos y malos momentos, así como la presencia de gente positiva o negativa que los rodeo. Y por qué no, inclusive hacer coparticipe al lector de las pasiones que nos dominaron: el amor, el odio, la ambición, los celos, la lujuria etc.
Sin embargo, muchos libros de memorias no describen nada de esto. Son narraciones superficiales de sólo éxitos y no de derrotas y sin sabores.
Encuentro en el tianguis de libros de San Fernando, un libro que era de edición limitada, solo para amigos y familiares. “Yo, Marga: Memorias de Marga López” (2005, 215 pp).
Lo veo entre un mar de libros de 1 x $ 20 o 3 x $ 50. No dudo en tomarlo. La edición en rustica. Lo abro y trae fotos de esa belleza de mujer que fue la actriz Marga López, una leyenda sin duda del cine de la época de oro.
Mis expectativas al comprar el libro era saber quienes habían sido sus amores, tanto de actores como de políticos. Cómo se había vivido esa época entre las mujeres.
II
Marga López es considerada uno de los rostros más bellos del cine mexicano. Su atractivo estaba en su mirada. Nunca tuvo necesidad de hacer desnudos, fue una gran actriz.
Marga nos cuenta en las primeras paginas, el origen de sus padres: españoles, y por diversas circunstancias llegaron a Argentina, en búsqueda de mejores oportunidades. Doña Dolores y Don Pedro, vivieron en la provincia de Tucumán. Ambos eran muy jóvenes, el de 19 años y ella de 15 años.
El matrimonio tuvo 7 hijos y Marga nació el 21 de junio de 1924 “En la calle 9 de Julio y el número 600. Mi padre era comerciante en el mercado y mi madre se dedicaba al hogar” (Ibíd. p. 15)
La familia los fines de semana se reunía, donde se comía y como pasatiempo, se cantaba y bailaba. Pero lo hacían tan bien, que hasta amigos y familiares acudían a verlos, e incluso los recomendaban para amenizar fiestas en el barrio.
Nunca falto alguien que los invito a cantar y a presentarse en Uruguay, es decir cruzando el río de la plata. Marga recuerda “La primera gira la hicimos a Montevideo en 1935 en un pequeño teatro. Tuvimos éxitos, y más sorprendente fue que luego nos invitaron a Perú, Chile y Centroamérica” ( Ibíd. 20)
Era la novedad, una familia donde los padres tocaban instrumentos y los niños bailaban y cantaban.
México estaba en su camino, era sin duda el escenario más importante del continente. “Llegamos a Veracruz en 1938, en México nací como actriz, cuando sólo tenía 14 años. Debutamos el 16 de febrero de 1938 en el cine Alameda de Don Emilio Azcárraga, éramos la variedad antes de la función de cine” ( Ibíd. P. 25)
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