2 de febrero 1972: Genaro Vázquez.
Miércoles dos de febrero
año del setenta y dos
día de la candelaria
Genaro Vázquez murió
Como tocan las campanas
ay de duelo como tocan
gritando a los cuatro vientos
hay balas q se equivocan.
Pueblecito de Acatlán
tu que tanto lo has querido
Genaro no se halla muerto
nomás se encuentra dormido
Corrido a Genaro Vázquez
I
El miércoles 2 de febrero de 1972, la prensa nacional dio a conocer que “Pereció Genaro Vázquez Rojas en el Camino a Morelia” (La Prensa), “Dos Mujeres que iban con el Rebelde, Heridas” (La Alarma), “Entréguenme el Cadáver, dice su Esposa” (Sol de México), “Genaro fue activista desde 1957” (Siempre).
El profesor rural, que había luchado a través de la Asociación Cívica Guerrerense contra los gobiernos autoritarios de Raúl Caballero Aburto (1957 – 1962); Raymundo Abarca Calderón (1963 – 1969), Caritino Maldonado (1969 – 1971), Roberto Rodríguez (1971 – 1972) e Israel Nogueda (1972 – 1975). Había sido perseguido por defender sus intereses gremiales, y después por denunciar las condiciones de explotación de las empresas cafetaleras en la sierra del Estado.
Genaro intentó hacer política, y se afilió al PPS – Partido Popular Socialista – fue inútil. Los profesores de primaria tenían mala fama y fue acallado. Los gobiernos estatales lo acusaron de todo, no dejándole otra opción, que tomar las armas e irse al monte. Tal vez influenciado por los barbudos de Fidel Castro, Che Guevara en cuba y los Tupamaros de Uruguay. Era el momento de la guerra fría, y de los gobiernos autoritarios que mataban a los disidentes o los obligaba irse a la sierra.
Genaro Vázquez emprendió el camino de la guerrilla. Desde ahí, planeó y llevó a cabo secuestros de empresarios locales, y con el pago del rescate, comprar armas. Asaltando bancos era como su organización adquiría rifles y pistolas. En ese entonces, Guerrero era un estado mariguanero, no es de dudar que las armas se las vendían los mismos vendedores de enervantes.
Cuba mantenía buenas relaciones con México, y es poco probable que pudiera haberlo abastecido de armas. La lucha armada de Genaro estaba condenada al fracaso desde que subió al cerro, tenía dos caminos: la muerte o seguir huyendo.
II
Vázquez Rojas nació el 10 de junio de 1931 en San Luis Acatlán, Guerrero. Hijo del líder campesino Alfonso Vázquez y de Felicitas Rojas, fue un líder sindical del magisterio guerrerense que, tras formar parte de la oposición política al gobierno de Guerrero, pasó a la clandestinidad y formó uno de los varios grupos armados que se desarrollaron en la Sierra Madre del Sur durante las décadas de 1960 y 1970. Fue militante del Movimiento Revolucionario del Magisterio y después del Movimiento de Liberación Nacional. También fue integrante de la Central Campesina Independiente CCI.
Genaro Vázquez recibió la influencia de su padre, quien organizaba a los campesinos, copreros, caficultores e indígenas para enfrentar a los caciques y terratenientes del municipio. Desde muy joven, Genaro tuvo una gran conciencia social y preocupación por las condiciones de la población en su lugar de origen, el estado de Guerrero, caracterizado por una gran pobreza, desigualdad social y pésimas condiciones de vida de los campesinos y agricultores, lo cual dio origen a diversos movimientos campesinos y cafetaleros con la exigencia de tierras y en denuncia de la marginación.
En 1959 Genaro conoce a Leopoldo Venegas Carrasco, quien le ayuda a fundar, el 2 de septiembre de ese año, la Asociación Cívica Guerrerense (ACG), organización campesino-popular que les declara la guerra a los caciques regionales, entre ellos, al represivo gobernador del estado, Raúl Caballero Aburto. El padre de Genaro le pide renunciar a dicha Asociación, a lo cual él se niega por considerarlo una traición para su pueblo. A la asamblea constitutiva llegaron organizaciones guerrerenses en Ciudad de México.
En 1960, la ACG organiza y dirige manifestaciones de repudio contra el gobernador por la detención del profesor normalista el 27 de abril de ese año por la carretera a Teloloapan, logrando que lo liberen 15 días más tarde. Dos meses después, sale la caravana de los cívicos junto con Genaro rumbo a la Ciudad de México para reunirse con el presidente de la República. En el pliego petitorio demandan: la salida del gobernador Caballero Aburto, por la “falta de garantías constitucionales en el estado, despojo de tierras de los campesinos, represión sistemática cometida por pistoleros y la policía, fraudes electorales en algunos municipios y robo en su favor y de algunos de sus familiares” (Jaime López, 10 Años de Guerrilla en México, Ed. Posada, 1978, p. 45)
La inconformidad de ACG inició el 1 de abril de 1960 cuando el gobierno estatal le niega la autonomía a la Universidad. La huelga estudiantil que estalla en octubre es brutalmente reprimida por Caballero Aburto. Esta situación reúne al movimiento de los cívicos –que denunciaban los abusos del gobernador– y la lucha estudiantil de la Federación Estudiantil Universitaria Guerrerense, acordando unir sus demandas. El movimiento se fortalece con la incorporación de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, entre quienes destacaba como uno de sus líderes Lucio Cabañas Barrientos. Esta movilización de normalistas, cívicos y estudiantes, se desplegó por todo el estado de Guerrero formando brigadas, y una plataforma de lucha llevó a la rebelión de 36 ayuntamientos que se les unieron y conformaron el Consejo Coordinador de las Organizaciones del Pueblo de Guerrero, destacando Chilpancingo, Acapulco y Atoyac. Siguieron movilizaciones y represiones constantes por parte del gobierno guerrerense, con un saldo de heridos y cientos de detenidos
Durante 1961 Genaro Vázquez participó en la formación del Movimiento Político de la Juventud Mexicana en la Ciudad de México, que no se concretó. El investigador Francisco Gómez Jara describe el encuentro del rebelde de Guerrero con Rubén Jaramillo: “En el camino de regreso al estado de Guerrero, Genaro se entrevistó en Morelos con Rubén Jaramillo sin llegar a concertar ninguna acción coordinada entre ambos.” Un año más tarde, el 17 de febrero, se lleva a cabo en Atoyac el II Congreso Regional del Comité Cívico Guerrerense, con la presencia de los siete municipios de la Costa Grande, desde Acapulco hasta La Unión. Genaro Vázquez preside la asamblea (Fuentes Carlos, Tiempo Mexicano, Ed. Mortiz, 1978, p. 56)
Meses más tarde, el 21 de junio, Genaro Vázquez, Antonio Sotelo y Emeterio de la Hoya Cárdenas difunden un manifiesto en el que invitaban a los campesinos a participar en el Congreso Estatal de la ACG a realizarse en Acapulco. En el documento establecieron un ideario y convocaron a la lucha organizada. Al llamado se sumaron sindicatos, comisarios ejidales, presidentes y comuneros de distintos municipios de Guerrero.
Genaro no pedía en un primer momento romper con las instituciones. Simplemente reclamaba el cumplimiento de las leyes que siempre han sido buenas en México, pero pocas veces cumplidas.
III
Genaro toma el camino de las armas, el gobierno federal ordena una movilización del ejército, y el gobierno del Estado, se lanza contra él, utilizando la represión a sus familiares, amigos y pueblos donde pudiera obtener ayuda de alimentos y armas.
La guerrilla de Genero, es sólo un foco, pareciera que la teoría del ‘foquismo’, del Che Guevara cobra realidad. Sin embargo, no existen condiciones para un posible triunfo. Realmente nunca fue un movimiento guerrillero, sino un grupo de hombres que huían del ejército y policía. Tuvo pocos triunfos y siempre fue localizado en la región de la costa chica. Nunca representó una amenaza para el Estado.
En ocasiones, la represión cede y Genaro, baja de la sierra a ordenar asuntos. El miércoles 2 de febrero, Genaro iba en su auto modelo Dart 1970, junto con dos mujeres que eran el enlace en su organización. Viajaba de Ciudad Altamirano a Michoacán, para evitar los retenes militares, tomó el rumbo de “Mil Cumbres”, zona boscosa, con parajes solitarios y gran cantidad de curvas en ascenso y descenso.
La versión oficial, habló que Genaro perdió el control del auto en una curva, y terminó en una barranca, muriendo al instante. Otras versiones de los leñadores y habitantes de las serranías decían que personal del ejército se había apostado en la zona de curvas y había esparcido sobre el asfalto de la carretera clavos y otros materiales, así como aceite para que el auto derrapara. Una versión más siniestra sostenía que con espejos reflectores gigantes lo habían deslumbrado al tomar la curva.
Lo cierto, es que Genaro murió, su esposa sostenía que su frente tenía golpes, y en su auto había disparos de calibre alto. En el interior de su auto, se le encontró un fusil, una metralleta, y $ 50 mil pesos. La policía sostenía que ese dinero era producto del robo a una sucursal bancaria y de las dos mujeres heridas, con una de ellas, mantenía una relación extra marital. Ya recuperadas, ambas fueron detenidas y llevadas a la cárcel de mil cumbres.
Su esposa, negó esta versión y dijo a la prensa “Todo menos ladrón”. El cuerpo de Genaro tardó en entregársele a los familiares, casi una semana. El gobierno estatal y federal, temían que los seguidores de Genaro hicieran desmanes y protestas por su muerte. No fue así. El temor y la derrota extinguió ese ánimo.
La historia y muerte de Genaro Vázquez Rojas, es la historia de una infamia y la derrota injusta de un hombre que representó la aspiración a una vida digna, libre de injusticias, vejaciones, explotación y autoritarismo.
Han pasado 51 años, mismos que representan nada para el tiempo histórico. Hoy los tiempos son otros. Pero su lucha es un ejemplo lucha contra el autoritarismo más vil y vergonzoso que puede haber.
Quedan los versos de su célebre corrido:
vuela palomita
párate en aquel alero
nunca acabaran los versos
a Genaro el de guerrero
nunca acabaran los versos
a Genaro el guerrillero…