“El mundo es duro,
Egoísta y materialista.
Es insensible a los sufrimientos
De las pequeñas naciones…”
Golda Mier.
I
El pasado 14 de mayo, se cumplieron 75 años de la fundación del Estado de Israel. Se creó o lo crearon en 1948, como una solución política después de haber vivido el horror del Holocausto.
Los Nazis pensaban instalar a los judíos en Madagascar, pero su proyecto resultó infructuoso y decidieron poner en marcha ‘Una Solución Final’ al ‘Problema Judío’: recluirlos en los campos de concentración y matarlos en las cámaras de gas.
Al término de la segunda guerra mundial, la recién nacida ONU – Organización de Naciones Unidas – enfrentó un problema ¿Dónde reinstalar a los millones de judíos europeos que ya no deseaban estar en esas tierras?
Se pensó en Argentina, en el Norte de México, en algún punto de África. Hasta que finalmente se vio que en Palestina, donde siempre había vivido gran parte de la nación judía era el lugar indicado.
Así se acordó darle un territorio autónomo, un gobierno propio, a la nación judía. Sin embargo, no se contempló que este nuevo asentamiento causaría molestia los millones de árabes y musulmanes que fueron echados de Palestina para crear al nuevo Estado.
La ONU, Inglaterra, USA y Francia apoyaron la creación del nuevo Estado, en tanto la entonces URSS apoyó la inconformidad de los países árabes y musulmanes. Que vieron al nuevo país como un agente extraño.
El Primer mandatario de Israel Ben-Gurión en 1949 llamó a una joven judía a formar parte del nuevo gobierno. Golda Mier ¿Pero quien era esta joven judía oriunda de Rusia?
No se puede hablar de Israel sin mencionar a Golda Mier, una mujer compleja y digna de estudiar. Hoy casi olvidada. Pero no por ello, atractiva de entender.
II
Golda Mabovich; nación en Kiev, Ucrania en 1898 y murió en Jerusalén en 1978. Era hija de un modesto carpintero judío de la parte occidental del Imperio ruso que emigró a Estados Unidos en 1906. Establecida la familia en Milwaukee, Golda se hizo maestra.
Golda Meir se adhirió al movimiento sionista que buscaba el establecimiento de un Estado propio para los judíos, dentro de la mayoritaria corriente socialista. Así se trasladó a vivir y trabajar como colonos agrícolas en el kibbutz Mehavia en Palestina en 1921, entonces bajo mandato colonial británico.
En 1934, fue elegida secretaria general del movimiento Sionista, convirtiéndose en una de las principales colaboradoras de David Ben-Gurión al frente del partido Mapei.
Acabada la Segunda Guerra Mundial (1939-45), colaboró eficazmente en el proceso que culminó con la creación del Estado de Israel en 1948, fue una de las firmantes de la declaración de independencia.
Pasó seis meses como embajadora del nuevo Estado en la Unión Soviética, intentando que las autoridades comunistas suavizaran el trato a la comunidad judía y dejaran de poner trabas a la emigración hacia Israel.
En 1949 Ben-Gurión le nombró ministra de Trabajo y Seguridad Social, cargo en el que demostró una gran eficacia en la construcción del Estado de Bienestar israelí y la integración laboral y social de las masas de inmigrantes que afluían al país. Luego pasó a ocupar la cartera de Asuntos Exteriores (1956-66), desde la cual desplegó una gran actividad para lograr el reconocimiento y el apoyo al Estado de Israel por los nuevos países independientes que estaban surgiendo de la descolonización africana.
Golda ocupó diversos cargos, y tuvo siempre una característica: ser una mujer dura. La llamaban ‘La Dama de Hierro’.
En 1969 accedió al cargo de primera ministra tras la muerte de Levi Eshkol, respaldada por una holgada mayoría en las elecciones de aquel mismo año. Desde ese puesto apoyó la política de su ministro Moshé Dayán y el ala derecha del partido, impulsando la colonización de los territorios árabes ocupados desde la guerra de 1967.
Fue una política decidida a destruir a todos aquellos que se opusieran a que Israel existiera. Enfrentó una ola de taques terroristas de los palestinos: secuestros de aviones, ataques a la población y en 1972 la toma de rehenes en Múnich. Donde lamentablemente perdieron la vida los deportistas judíos, los terroristas y algunos policías alemanes.
En 1973 hubo de hacer frente a un nuevo ataque combinado de los países árabes contra Israel, la Guerra del Yom Kippur; aunque Israel rechazó el ataque y respondió con una ofensiva victoriosa sobre sus enemigos, no pudo obtener frutos de su victoria, ya que los países árabes utilizaron su virtual monopolio sobre las exportaciones mundiales de petróleo para imponer una paz favorable mediante la presión diplomática occidental. Ello, unido a la imprevisión de los servicios secretos israelíes ante el ataque árabe, desacreditó a la primera ministra y provocó su caída en 1974, sustituyéndola Isaac Rabin al frente del Gobierno y del partido.
Hasta aquí la biografía oficial, de una de las mujeres más complejas y completas que se han dedicado a la política.
Leí su libro de memorias “Mi Vida” (Ed. Plaza Janes, Madrid, 1980) hace unos años y me parece interesante rescatar mucho de sus ideas políticas. Hoy cuando en México nos estamos preguntando ¿Qué va a ocurrir con este nuevo gobierno? ¿De verdad nuestros políticos están a la altura de los retos?
He aquí algunos paraderos de la Primer Ministra de Israel, que enfrentó muchas decisiones difíciles para que sobreviviera Israel.
III
1.- Mi padre creía en toda la gente, lo que le hizo fracasar en su vida en términos mundanos.
2.- Dios no eligió a los judíos, nosotros lo elegimos a él.
3.- Nunca he sentido nostalgia de mi vida.
4.- Nada en la vida sucede por las buenas
5.- No basta creer en algo, es preciso tener la energía para enfrentarse a los obstáculos y esforzarse en vencerlos.
6.- Conserva siempre la calma y actúa con sangre fría, esta forma de actuar siempre te dará buenos resultados.
7.- Cuando cortas leña, sacas astillas.
8.- Tuvimos que abrirnos pasos solos en una tierra que habíamos elegido para vivir.
9.- Tengo un amargo resentimiento contra la vida.
10.- He aprendido a no dar nada por supuesto.
11.- Si Israel no es fuerte, no habrá paz en medio oriente
12.- Si uno es débil, los demás te atacan, por lo tanto en la capacidad de tu fortaleza está la paz