Por. Luis Román

“Elegimos ir a la Luna. No porque sea fácil,
sino porque es difícil”
John F. Kennedy
(12 de septiembre de 1962)
I
Primero fueron los griegos, o los persas, o tal vez los mayas, los egipcios, o fueron todas las grandes civilizaciones, quienes desde siempre se maravillaron de la presencia de la Luna y crearon leyendas e historias en torno a ella y a su eterno compañero, el Sol.
En Teotihuacán el mayor centro religioso de mesoamericana, dos pirámides dan testimonio de esta admiración: Una dedicada al sol y otra a la luna.
En 1865 Julio Verne, el novelista francés escribió “De la Tierra a la Luna”; desde entonces la literatura impulso los relatos acerca de naves espaciales que bien podían llegar al satélite natural de la tierra.
Ya en plena Guerra Fría, el presidente Kennedy dijo y prometió “¿por qué la Luna? ¿Por qué elegimos esta meta? Y de la misma forma podrían preguntar, ¿por qué escalamos la montaña más alta? O, hace 35 años, ¿por qué cruzamos el Atlántico en avioneta?
Hemos decidido ir a la Luna. Hemos decidido ir a la Luna en esta década, y también afrontar los otros desafíos, no porque sean fáciles, sino porque son difíciles, porque esta meta servirá para organizar y medir lo mejor de nuestras energías y aptitudes, porque es un desafío que estamos dispuestos a aceptar, que no estamos dispuestos a posponer” (Anuario 1962, Ed. Bruguera, p, 56)
Corría un caluroso 12 de septiembre de 1962, en plenos albores de la Guerra Fría, cuando la carrera espacial estaba ya en su máximo apogeo.
En ese tiempo, Estados Unidos se encontraba en una notable desventaja pública ante la Unión Soviética, que para ese momento ya había puesto en órbita el primer satélite artificial, así como al primer ser vivo, la pequeña perra moscovita Laika, y al primer hombre, el piloto y cosmonauta, Yuri Gagarin.
Ante este escenario, en un discurso que hizo mella entre las consciencias de la población estadounidense y posteriormente en las de todo el mundo, el en ese entonces presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy planteó el reto de llevar al ser humano a la Luna antes de 1970.
El 20 de julio de 1969, la misión Apolo 11 despegó de cabo Kennedy, el mundo se detuvo, contuvo la respiración. El sueño de novelistas, cuentistas y políticos se hacía realidad.
“Un Paso pequeño para el hombre, pero un paso enorme para la humanidad” fue la frase del primer hombre que piso la luna. El sueño de la humanidad, de toda una generación y de un hombre llamado John se cumplía.
John F. Kennedy nunca vio llegar la nave a la luna, pero se lo propuso, lo prometió y lo cumplió

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