📍Chalco Edomex | 14 Agosto 2025
“Aquí las patrullas no llegan… pero las balas sí.”
Por. Manuel Zepeda
A pesar de que las cifras oficiales ubican a Chalco en una posición “moderada” en comparación con municipios vecinos como Chimalhuacán o Ecatepec, la realidad que viven sus habitantes está marcada por crímenes cada vez más brutales y por una nula respuesta de la policía municipal y de las autoridades locales.
El lunes 11 de agosto, Dulce “N.”, de apenas 12 años, fue asesinada dentro de su casa en San Pablo Atlazalpan. Los agresores, que según las autoridades estarían vinculados al narcomenudeo, irrumpieron en la vivienda buscando a un adulto relacionado con la familia. Dulce recibió impactos de bala que le arrebataron la vida en el acto. La indignación creció cuando vecinos denunciaron que, pese a las llamadas de auxilio, la policía tardó en llegar y no se realizó ningún operativo efectivo para localizar a los responsables.
Hoy, otro hecho violento sacudió al municipio: un franelero de la tercera edad fue asesinado a tiros mientras trabajaba en el barrio San Antonio. Al igual que en el caso de Dulce, no hubo reacción inmediata de la policía municipal; los agresores escaparon sin dificultad, sumando otra muerte impune a las estadísticas.
Mientras tanto, la presidenta municipal ha mostrado una ineficacia evidente para enfrentar la delincuencia, limitándose a declaraciones vagas y sin estrategias claras para frenar la violencia. Vecinos y comerciantes denuncian que las patrullas rara vez recorren las zonas más conflictivas, y que los llamados de emergencia son atendidos con tardanza o de plano ignorados.
En mayo de 2025, Chalco registró 1 006 denuncias, con robos, lesiones y delitos del fuero común representando más del 70 % de los casos. Aunque el Semáforo Delictivo pinta al municipio de verde, la percepción ciudadana dista mucho de sentirse segura. Los repuntes de abusos sexuales (+72.7 %) y delitos contra la sociedad (+175 %) en un solo año son prueba de que la violencia crece mientras el gobierno municipal permanece inmóvil.
Comparado con Chimalhuacán —donde el 86.1 % de la población se siente insegura—, Chalco podría parecer en mejor situación estadística; sin embargo, los crímenes recientes demuestran que los números no cuentan toda la historia. Lo que sí cuentan, y con crudeza, son las vidas arrebatadas y la impotencia de una comunidad que vive entre el miedo y el abandono institucional.