La Infancia del Niño Jesús.
– Luis Román –

“Yo, Tomás he juzgado
Dar a conocer la infancia de Jesús
Nuestro señor y las maravillas que
Realizó después de nacer en nuestra tierra…”

Tomás.
I

Quienes compilaron los libros de la Biblia, incluyeron textos de carácter uniforme y coherente, dejando fuera de las Sagradas Escrituras aquellos textos breves y que de un modo u otro narraban historias que desentonaban con la solemnidad del Libro de los libros.
Los llamados “Evangelios Apócrifos” (Ed. Porrúa, México, 2013) son esos textos irreverentes que la Iglesia dejó fuera de la Biblia.
Entre los destacados se encuentra el Evangelio de Tomás – Uno de los discípulos de Jesús – que narra ciertas anécdotas de niño Jesús y sus poderes, así como sus travesuras.
II
El niño Jesús, tiene menos de 6 años, era inquieto, travieso y juguetón. Se sabia distinto y lo era. Al hacerlo enojar sus compañeros, a veces hacía mover los objetos que lo rodeaban para asustarlos.
Los niños y padres le rehuían, y a veces lo acusaban con José, el carpintero – Su padre -. Cuando éste, tenía mucho trabajo en la carpintería, el niño Jesús, veía a José cansado y afligido. Y entonces con sólo preguntar que le habían encargado, José le respondía “Una escalera”, “Una silla”, “Una puerta”.
Y el niño, sólo miraba las maderas y herramientas, y hacía que mágicamente se movieran y en un segundo los muebles estaban hechos. Esto enfadaba a José: “! No hagas eso!! Yo lo haré con mi esfuerzo! ¡Anda deja las cosas como estaban!”



III
Los evangelios nos hablan de la resurrección de Lázaro, amigo de Jesús. Como el primer milagro de este tipo. Sin embargo, ya desde niño, Jesús al verse acorralado y burlado por sus compañeros, muchas veces tiró de las escaleras o de las azoteas a los niños que lo hacían enojar. Y de repente, ya estaban muertos. Los niños se asustaban y corrían con sus padres, y estos iban a ver a María.
La dulce joven, iba a ver a Jesús y lo reprendía “! Jesús, tú no eres así…has que vuelvan a vivir por favor!”
Sólo oyendo estas palabras y suplicas de María, el niño Jesús, miraba al niño difunto y le ordenaba “! Levántate y camina de nuevo!”.
En la escuela, el niño Jesús, fue rebelde y en más de una ocasión, hizo desatinar al profesor. Él todo lo sabía, nada ignoraba. Y esto hacía enfadar a los maestros.
Jesús de adulto, ordeno a las aguas del mar detenerse y camino sobre ellas. De niño, detenía el cauce del río y tomaba con sus manitas el agua cuajada. Y sacaba de esos cubos de agua a los peces. Los pescadores lo envidiaban.
El Evangelio de Tomas es breve, no más de 20 cuartillas. Pero es interesante, y nos da otro punto de vista de la vida de Jesús como niño.

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