El Incesto en la Obra de Juan Rulfo.
(1º parte)
“Hay pueblos
Que saben a desdicha”
Pedro Páramo.
I
Mario Vargas Llosa ha comentado acerca de “Rayuela” (1967) la novela de Julio Cortázar “Es la novela más anti novela, que se haya escrita, empieza y termina con unos personajes felices. No se describe la infelicidad ni la maldad humana”
¿Qué significan las palabras del Nobel de Literatura? Novela, el cuento, el teatro describen al final de cuentas las pasiones humanas más perversas del hombre. Basta echar una Hojeda a la Biblia, y sobretodo al Antiguo Testamento para corroborar esto.
La literatura describe cómo es el ser humano. Cómo es el hombre y la mujer. Como son sus pasiones.
Así bajo esta óptica, veremos en estos capítulos, como en “Pedro Paramo” (1955) y “El Llano en Llamas” (1953) de Juan Rulfo se manifiesta en incesto. Si entendemos que este se define como “La cópula entre dos parientes cercanos, especialmente entre padre e hija, hijo – madre, hermano – hermana” (Diccionario Jurídico, Ed. Porrúa, 2006, pág. 34).
Sin embargo, lo que pudiera ser un acto inhumano y perverso, la literatura lo convierte en algo distinto. La literatura no juzga, sólo describe lo que ocurre, sin caer en lo simple y vulgaridad.
II
En “Pedro Páramo” (Ed. FCE, 1997) se relata la presencia de Susana san Juan, el amor infantil e imposible del cacique de Cómala. Hace todo lo posible para que el padre de Susana, Bartolomé, se encargue de una de sus minas, “La Andrómeda”. En realidad, ese es un mero pretexto para tener cerca de él, a su amada.
El caporal de Pedro Paramo, Fulgor sedano, es quien descubre las turbias relaciones entre Susana y su padre Bartolomé en el siguiente diálogo:
Pedro Páramo: ¿Han venido los dos?
Fulgor: Sí, él y su mujer ¿Pero como lo sabe?
Pedro: ¿No será su hija?
Fulgor: Pues por el modo de como la trata más bien parece su mujer.
Pedro: vete a dormir
Fulgor: si usted lo permite (Ibíd. Pág. 105)
Bartolomé San Juanes un hombre rudo, viudo, que perdió a su mujer. Pero que ha visto en Susana una reencarnación de ella. Así que desde pequeña ha abusado de ella. Cuando Pedro Páramo, lo encuentra y le ofrece trabajo, es directo:
“No me interesa su mina, Bartolomé, lo único que quiero de usted es a su hija. Este ha sido su mejor trabajo” (ibíd. 107)
A otro padre no le hubiera molestado esta declaración de un pretendiente. Pero Bartolomé es cruel y celoso, espera para reclamarle a Susana “Así que te quiere a ti, Susana. Dice que jugabas con él cuando eran niños. Que llegaron a bañarse juntos en el río, de haberlo sabido te hubiera matados a cinturonazos” (Ibíd. pág.107).
El propio Bartolomé reflexiona en voz alta “¿Qué hemos hecho para que se nos pudra el alma?” (Ibíd. pág. 108)
Pedro Páramo se ha dado cuenta del monstruo que es Bartolomé San Juan, así que ordena a su caporal, lo ejecute de la manera más discreta:
“Dile al padre de Susana, que siga explotando las minas. Me imagino que no será fácil desaparecer al viejo en aquellas regiones adonde nadie va nunca ¿No lo crees? Ella tiene que quedarse huérfana. Estamos obligados a amparar a alguien ¿No lo crees? (Ibíd. pág. 109).
Bartolomé San Juan, habría matado a otros pretendientes de Susana. Nunca la dejo casarse ni tener novio oficial. Aún en la hacienda de la “Media Luna” intentó entrar a la recamara de Susana, bajo la mirada discreta de Pedro Páramo.
Así, las órdenes del cacique son ejecutadas y esa noche le avisan a Susana lo sucedido en la mina “Tu padre ha muerto. Anoche murió y hoy han venido a decir que nada se puede hacer, que lo van a enterrar, que no lo han podido traer aquí porque el camino es muy largo.
Susana: Entonces era él, quien tocó mi puerta en la madrugada. Vino a despedirse de mí – dijo – y sonrió” (Ibíd. pág. 115)
Juan Rulfo como vemos tiene la maestría de relatar un acto humano perverso, de una manera sutil, fina. Dejando a la imaginación del lector, lo que significó para Susana San Juan el ser violada y abusada sexualmente por su padre desde niña. Y el regocijo de venganza que siente al escuchar la noticia de su muerte. Sin embargo, el daño ya estaba hecho. Susana nunca pudo superar este trauma.
