( 1º Parte)
Luis Román

“Pertenezco a una generación que quiso cambiar el mundo.
Fui aplastado, derrotado, pulverizado. Pero sigo soñando que vale la pena luchar,
para que la gente pueda vivir mejor y con mayor sentido de igualdad”
José Mojica
I
Muere a los 89 años, José ‘Pepe’ Mojica, el llamado “Presidente más pobre del mundo”, que gobernó de 2010 a 2015 Uruguay.
Perteneció a esa generación de mandatarios que inundaron Sudamérica con un tinte de izquierda: Chávez en Venezuela, Evo en Bolivia, Correa en Ecuador, Lula en Brasil, Kichtner en Argentina.
El caso de Mojica era digno de llamar la atención. En los 60s perteneció al grupo guerrillero “Los Tupamaros”. Dicho grupo, fue audaz al secuestrar al embajador de USA. Sin embargo, dicha acción les costo la represión y encarcelamiento de sus integrantes.
Mojica pasó 15 años en la cárcel, fue torturado y en 1985 puesto en libertad. Ya en un ambiente democrático, logró ser senador y más tarde candidato a la presidencia.
Su triunfo fue claro y contundente. Llegó al poder siendo un viejo sabio. Con muchas experiencias que contar, y una larga vida. Dejó atrás la soberbia y vanidad que da el poder.
Nunca habitó el palacio presidencial. Opto y decidió por vivir en su vieja casa, en las afueras de Montevideo. No quiso tener guardias. Ni autos lujosos. Ni chofer, solo un viejo Volkswagen modelo 1972.
Conoció a Chávez y a Castro, nunca en su discurso tuvo un enemigo. Ni tampoco volvió a mencionar a Marx o Lenin, ni al socialismo. Su discurso, era más filosófico.
Darle un sentido a la vida, se es libre amando lo que se hace. El consumismo nos hace envidiosos y malos. Tal vez ser buena persona no nos lleve a nada, pero podemos ver al mundo de frente.
II
Los años de la cárcel y el desencanto lo hicieron un viejo pesimista pero con sentido de vida.
Alguna vez dijo en una entrevista “Pertenezco a una generación que quiso cambiar el mundo. Fui aplastado, derrotado, pulverizado. Pero sigo soñando que vale la pena luchar, para que la gente pueda vivir mejor y con mayor sentido de igualdad”
Estas palabras encierran el pensamiento de toda una generación, que vimos en el marxismo un instrumento para transformar el mundo. Creímos que en América latina, nuestra estrella polar, era Cuba y Fidel Castro.
Leímos con avidez “Guerra de Guerrillas” del Che Guevara, en el continente existían las condiciones objetivas para que este tipo de lucha transformara la realidad. En América la mayor parte de su población era campesina, había atraso económico y pobreza, y la geografía expresada en sierras. Daban las condiciones objetivas para una insurrección.
Sólo hacía falta el motor ideológico, un partido político que fuera la vanguardia. Existieron partidos obreros, comunistas, campesinos. El Capital de Marx, o El Estado y la Revolución, fueron libros que eran obligatorios leer.
Al igual que Conceptos Fundamentales del Materialismo Histórico de Martha Harnecker al igual que Marx para Principiantes de Rius.
III
Al inicio de los 70s surgieron movimientos guerrilleros urbanos y rurales a lo largo y ancho del continente: En México, el Partido de los Pobres de Lucio Cabañas, profesor de primaria o la Asociación Cívica Guerrerense de Genaro Vázquez Rojas. La Liga Comunista 23 de Septiembre.
En Colombia el Movimiento de Liberación Nacional, del sacerdote Camilo Torres. Los Montoneros en Argentina, Los Tupamaros en Uruguay. Y quien cristalizo ese anhelo fue el Frente Sandinista de Liberación Nacional – FSLN – de Nicaragua, quien después de 40 años de dictadura de la familia Somoza, los derrocó.
En el Salvador el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional – FLM – fue una revolución fallida.
En las universidades se discutía la teoría económica, política, filosófica y sociológica de Marx.
Sin embargo, un buen día de 1990, vimos caer el muro de Berlín y la URSS se desintegro. En las librerías se remataron los libros de Lenin, Marx, Engels.
Y se llegó el “Fin de la Historia” según Fukuyama. Se acabó el pensamiento de izquierda.
Nos quedamos frustrados, derrotados ¿Dónde quedó la validez científica del marxismo? ¿Los partidos de vanguardia? ¿La posible lucha armada? ¿Dónde quedó aquella edad?