Luis Román

Escritor y Columnista


Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
Porque nunca me diste ni esperanza fallida,
Ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
Porque veo al final de mi rudo camino
Que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
Que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
Fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
Cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
…Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡Mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
Mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
Y en cambio tuve algunas santamente serenas…
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
I
La poesía no inventa otra realidad, crea un mundo con palabras. La vida del poeta siempre está salpicada de sufrimiento, desamor, soledad, tristeza. El poeta es un ser encerrado en un mundo que no lo entiende y por ello; tiene que crear uno. La vida de Amado Nervo, está ensombrecida por la muerte.
Su vida estuvo signada por la tragedia. Su padre muere en 1879, posteriormente se suicida su hermano Luis, y también desaparece Ana Cecilia, su gran amor, en 1912. Amigo de Rubén Darío, Manuel Gutiérrez Nájera, José Manuel Othón, Federico Gamboa. Encabeza la Revista Moderna de México.
En Francia conoce a la musa de sus poemas Ana Cecilia Luisa Dailliez, se prende de ella como un escolar, escribe sus mejores poesías de amor a la joven francesa, quien ya tiene una hija de otro hombre. Eso no impide que Nervo, la alabe. Una severa fiebre tifoidea le arrebatara la vida, Nervo cae en depresión y testigo de esos días amargos es ‘La Amada Inmóvil’; un libro luctuoso donde el poeta canta al amor, a la vida y a la muerte.
Regresa a México donde trabaja como docente de lengua castellana en la Escuela Nacional Preparatoria.
Ingresa en 1905, en el mundo diplomático, como Secretario de la Embajada de México en Madrid.
Su carrera se suspende entre 1914 y 1918, a causa de la revolución, para retomar en ese último año, como Ministro Plenipotenciario en Argentina y Uruguay.
El 15 de mayo de 1919, Amado Nervo llegó a Uruguay para hacerse cargo de la representación diplomática de México. Sin embargo, ocho días después, la prensa local informó que había muerto a causa de una enfermedad. El poeta, uno de los máximos exponentes del movimiento modernista, tenía 48 años al momento de su deceso.
Sus restos fueron repatriados a México vía mar, en un barco uruguayo y escoltado por embarcaciones argentinas, cubanas, venezolanas y brasileñas. En su país natal se le rindió un gran homenaje y fue sepultado en la Rotonda de las Personas Ilustres el 14 de noviembre de 1919.
II
El poeta modernista, sufría de una enfermedad renal crónica que selló su destino justamente cuando comenzaba a germinar una carrera diplomática en Montevideo, capital de la república oriental del Uruguay.
La muerte encontró a Amado Nervo el 24 de mayo de 1919 apenas con 48 años de edad en la habitación 43 del hermoso y elegante “Parque Hotel” donde se hospedaba hacía solo 8 días.
Había llegado a este país austral para hacerse cargo de la delegación diplomática de su tierra.
A 102 años de su nacimiento la obra y poesía de Nervo sigue siendo desconocida. Salvo Borges y Vargas Llosa lo reconocieron como una influencia literaria. En México se ha olvidado. Salvo José Emilio Pacheco y Carlos Monsiváis lo rescataron en sus antologías de poesía mexicana del Siglo XIX.
México le debe a Nervo un reconocimiento de su obra, que está a la altura de la poesía de Jaime Sabines, Octavio Paz y el propio José Emilio Pacheco.
Como cuentistas y compilador de lecturas para niños Amado Nervo, merece que el gobierno edite sus obras y las divulgue. Durante los años 30’s su textos de lectura se utilizaron en las escuelas primarias del país. Hoy son joyas bibliográficas en extinción.
A continuación algunos paraderos literarios de “Plenitud”, “La Amada Inmóvil” y “Serenidad” todos editados por Editorial Porrúa en la colección Sepan Cuantos.
III
El mar como un gran poeta
Nos anima al ensueño
IV
La Vida es tan solo
Un fantasma que muere en el viento
Entre un gran antes y un gran después.
V
Diré la flor de mis estrofas
A tu belleza de mujer
VI
Hay en tus ojos
Un gran secreto escondido
Y hay al mirarte señora
Una pregunta en los míos.
VII
¿Qué es la vida? Un Sollozo
¿Qué es el hombre? Alguien que padece
En la noche
VIII
Dentro de mí están todos los secretos
Dentro de ti llevas misterios
De todos los secretos
IX
El mundo
Es un mundo de hambrientos
X
La juventud es embriaguez de embriaguez
XI
Mi vida es el rigor de las desdichas
XII
Este libro es mi dolor
XIII
Estar sin Ti
Es estar sin mí
XIV
Yo tengo
La santa alegría de la poesía
XV
Tú eras todo:
La ley, la verdad y la vida
El resto ¿Qué es?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *