*Luis Román

“Donde quieras encuentras
Impostores, simuladores,
Ladrones. Todos
Somos unos
Gesticuladores
Hipócritas…”
El Gesticulador
Rodolfo Usigli
I
“Caras vemos, corazones no sabemos” dice el viejo refrán popular. La gloria hace que muchos escritores pasen las puertas de la posteridad, sin haber escuchado a sus mujeres ¿De verdad eran lo que uno se ha imaginado? ¿O los escritores son verdaderos demonios disfrazados de ángeles?
Entre mis numerosos cuadernos de resúmenes que he hecho a lo largo de muchos años, encuentro uno, donde se resume el libro “Mi Vida con Rodolfo Usigli”: De Secretaria a Embajadora escrito por quien fue esposa de ese notable dramaturgo mexicano, Argentina Casas Olloqui (Ed. Editores mexicanos unidos, 2001, México, 406 págs.).
El libro tuvo poca o nula resonancia, quizás porque al público poco le importa saber de los sufrimientos que pasa una esposa junto a un genio.
Pero ¿Quién fue Rodolfo Usigli? Si usted ha visto alguna vez la película “Ensayo de un Crimen” dirigida por Luis Buñuel e interpretada por la bella actriz Miroslava y Ernesto Alonso, Usigli fue el autor de una novela del mismo nombre y el guionista. Si usted vio “El Niño y la Niebla” interpretada por Dolores del Río y también dirigida por Buñuel. Ahí esta Usigli como guionista. Una película no tan famosa, porque fue prohibida “El Gesticulador” interpretada por Pedro Armendáriz, sella la carrera como guionista de Usigli.
Académicamente Usigli fue un hombre de letras, autodidacta y profesor en la antigua Escuela de Mascarones de Teatro, tuvo como alumnos a muchos notables dramaturgos y escritores mexicanos: Luisa Josefina Hernández, Jorge Ibargüengoitia, Sergio Magaña y Vicente Leñero.
Su obra más famosa y celebre es precisamente “El Gesticulador”, una obra que fue censurada por el gobierno de Miguel Alemán quien se sintió aludido. “El Gesticulador” trata de la vida del César Rubio, un general de la revolución a quien se creía muerto en una batalla. De buenas a primeras, aparece vivo, y sus amigos hoy en el poder, lo reconocen y comienza a escalar cargos públicos.
Sin embargo, este César Rubio es un impostor, el verdadero Rubio sí murió en batalla. Y este hombre oculto su cuerpo y supo de su vida, y toma posesión de la personalidad del general muerto. La mentira es la actriz principal de esta obra censurada en los años 30’s.
II
Argentina laboraba como secretaria del director Julio Bracho en la Compañía Bracho Films, ahí conoció a Xavier Villaurrutia, un excelente poeta y dramaturgo; así como profesor de teatro, Ignacio López Tarso lo reconoce como ese profesor que le enseño las tablas de la actuación. Andrea Palma, hermana de Bracho, un buen día que ve a Argentina sin hacer nada, le obsequia un libro “El Gesticulador” de un tal Rodolfo Usigli.
Argentina estudiaba en la escuela de la Cámara Nacional de Comercio, y en sus horas libres por la tarde en vez de entrar a clases, leyó “El Gesticulador” y recuerda “No lo solté hasta que lo terminé, y me quedé llena de admiración por el autor. Al día siguiente le dije a mi compañero de escuela Julio Pliego, quien más tarde sería director de cine ‘ Yo sería capaz de casarme con un hombre que piense así” (Ibíd. p. 14).
Era 1938 y se entero que la obra se estrenaría, Argentina ahorro parte de su quincena pero “A la semana de estrenarse, la censura del gobierno la quitó, la prohibió. A partir de entonces y creo siempre, Rodolfo pasó hambre y miseria. Lo insultaron y hasta lo golpearon” (Ibíd. pág. 21)
La vida siguió y Argentina no olvidó “El Gesticulador”. Tuvieron que pasar 10 años, hasta 1948, cuando al estar leyendo Excélsior, se encontró con un anuncio que de inmediato le prendió el corazón “Escuela de teatro ‘Nuevo Mundo’. Director Rodolfo Usigli. Roma 48 – A” (Ibíd. 22).
¿Estudiar teatro? ¿De quién se había enamorado? ¿De Usigli o de la forma de escribir de él? Ni tarda ni perezosa, decidió ir a inscribirse ¿Que sabia ella de teatro? ¡Nada¡ pero la curiosidad mata al gato.
Por la tarde, al salir del trabajo, fue a la colonia Roma y recuerda “Se abrió la puerta y frente a mí apareció un señor que me pareció viejo, aunque tenía 42 años, de estatura media – 1.72 – y delgado. Me saludo con voz bella de barítono” (Ibíd. 23)
Me hizo pasar, me dio informes de los costos y las materias a cursar eran: teatro mexicano, teatro universal, actuación, principios de dirección y danza. Usigli me platico que vivía en esa casa con Aída, su hermana, era divorciado y tenía una hija llamada Cardelia.
No era guapo, pero era atractivo recuerda, “Padecía estrabismo del ojo izquierdo desde su infancia. Empecé a temblar desde que se me acercó al ver cómo escribía en taquigrafía, se dio cuenta, me preguntó si tenía frío, pero en realidad sentía entre miedo, gusto y atracción” ( Ibíd.pág. 25).
Argentina se había enamorada del dramaturgo más relevante de esa época. Un hombre parco, frío y con un gran talento. Usigli como Revueltas dejaron la escuela para aprender lo verdadero “Solo había estudiado hasta 5º año de primaria, porque en 1913, con la muerte de Madero, se suspendieron las clases. Su gran erudición, la había adquirido devorando libros en la biblioteca nacional. El vivía en el barrio de San Miguel, en San Juan de Letrán y trabajó como ayudante en el teatro Colón” (Ibíd. pág. 28)
No tardara la pareja en decidir vivir juntos, lo que implica casarse. Y estando juntos Argentina conocerá las virtudes y defectos de Usigli.