Por. Luis Román


Las muchas aguas
No podrán apagar el amor
Ni lo ahogarán los ríos.
Salomón
I
Ricardo Garibay (1923 – 1999), Novelista – Beber un Cáliz (Ed. Mortiz )  y La Casa Que arde de Noche ( Ed. SEP )  – Cuentista – El Gobierno del Cuerpo ( Ed. Mortiz)  – Guionista – El Mil Usos ( TELEVICINE ) – Cronista – Las Glorias del Gran Púas  ( Ed. Grijalbo y Chicoacén ( Ed. SEP)  –  Escritor de memorias – Lo Que Lee, El Que Vive ( Ed. Mortiz ), Conductor de Programas de Televisión – Temas de Garibay – ( IMEVISION 1990), conductor de radio – Astucias Literarias – periodista – Revista Proceso –
Llega a los 76 años solo, frustrado, desolado, amargado y escribe como loco, sabe que la vida se va, se termina.  Se dedica a escribir y leer ‘El Cantar de los Cantares’ de Salomón, un poema erótico del Antiguo Testamento, le pide a una de sus alumnas que asiste a los talleres literarios que imparte en Cuernavaca, Morelos.  “! Mireya, necesito ver desnuda a una mujer. Desnúdese por favor! Necesito entender el Cantar y sólo el cuerpo de una mujer me lo explicaría” (El Muchacho Aquél, Ed. Grijalbo,  p. 60).
La joven le rehuyé y lo abandona. Más tarde, en un evento literario una joven mujer, se sienta frente a él “Al ver ese par de piernas desnudas frente a mí sufrí, era como morir en el desierto a unos pasos de un pozo de agua” (Ibíd. p. 70).
Al final, se refugia en lo que sabe hacer y para lo cual nació: escribe “! Hay muchas maneras de poseer a una mujer, una de ellas es la palabra” (Ibíd. p. 7).
Ha vivido 76 años y concluye “Es tan poco el tiempo que he vivido. Si viviera 250 años, diría ¡Es tan corto el tiempo de la vida”( Ibíd. p. 78).
Al final del libro y de su vida concluye Garibay “Creí que escribir era la vida y veo que la vida es amar a una mujer y sobre todo ser amado por esa mujer” (Ibíd. 68).
Garibay muere de cáncer el 3 de mayo de 1999 en Cuernavaca, Morelos. En más de una ocasión confesó “No he sido feliz. Fui lo que no era”.
En pocas líneas, la prosa de Garibay llega a conmover al lector. El mito del ‘Doctor Fausto’ de Goethe, quien siendo un anciano se enamora de Margarita se hace realidad en este pequeño libro. O ‘Candilejas’ de Charles Chaplin, y llega a acercarse al ‘Retrato de Dorian Grey’ de Oscar Wilde.
Los hombres al final entienden que la vida no es el oficio o la profesión. La vida misma tiene cara y nombre de mujer.
II
Muchos escritores desde Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa han comentado que por lo menos una vez al año releen El Quijote. En lo particular, creo que otro gran libro que nunca debe de olvidarse para releer, es La Biblia y alguno de sus libros.
Es un gran libro con grandes historias, muy humanas, sobre todo el Antiguo Testamento. No hay año que por lo menos relea tres o cuatro de sus libros. Y conste no soy ni devoto ni religioso, la santidad me excluye.
Desde San Juan de la Cruz Hasta Garibay, muchos escritores han enaltecido la belleza poética del Cantar de los Cantares, escrito por el Rey Salomón, y que aparece como un libro del Antiguo Testamento.
¿Qué es el cantar de los Cantares? Es una celebración de amor sexual entre dos amantes y consiste de elogios entre los enamorados, y las invitaciones a disfrutar la unión sexual entre una mujer y un hombre. Es un libro único en la biblia, es un canto erótico.
Se señala al Rey  salomón como el autor de dicho poema, un hombre y rey sabio. El Cantar de los Cantares, describe el amor y pasión de dos amantes separados que se buscan ávidamente, claman su amor común, se reúnen y se ven de nuevo separados, esperando llegar. Después de una prueba de que triunfa la amada, a poseerse definitivamente.
III
Describe Salomón a su amada de la siguiente manera:
Aparta tus ojos
Ellos me han vencido.
Eres hermosa como la luna
Clara como el sol.
La mirada de una mujer hechiza, pierde y enloquece a los hombres. El poeta encuentra toda esa belleza de su amada en la propia naturaleza, en la luna y en el sol.
¡Cuán hermosos son tus pies!
Los contornos de tus muslos
Son como joyas
Obra de manos
De un excelente artesano
Tu ombligo como taza redonda
Tu vientre como montón de trigo
Cercado de lirios
Hasta hoy la sensualidad y coquetería de la mujer nace y empieza en sus pies, envueltos en zapatillas, en medias, pintadas las uñas, adornadas con alguna cadena. Esos pies que en el acto amoroso son besados por el amante, y quedan siempre a la altura de los hombros del amante que desea estar en ella, dentro de ella, sentir su humedad. Fundirse.
Los muslos son un atractivo femenino, así como el vientre y todo el torso. La mujer como imagen de la perfección de Dios.
Tus dos pechos como dos cabritos
Mellizos de gama
Tu cuello como torre de marfil
Tus pestañas como marea
¡Qué hermosa eres!
Dos cabritos que corren y saltan al unísono, así son los senos de una mujer. De mirada y cuello altivo, y esa coquetería que tiene al mirar y pestañear. No alcanzan las palabras para describir la geografía de la mujer, ni tampoco todas las parábolas o analogías literarias son suficientes, todo se sintetiza en una sola expresión casi desesperada ¡Qué hermosa eres!
Tus pechos son racimos de vid
El aliento de tu boca como manzana
Los senos de la mujer han sido siempre un símbolo de atractivo sensual. Siglos más tarde, San Juan de la Cruz, nos explicará que el beso de boca entre los amantes, existe, porque el alma de los enamorados se esconde en el aliento, y con un beso, uno al otro no sólo se acarician, sino uno al otro, se intentan robar el alma del otro. Amar es un afán de posesión, de fundirse en el otro, de ser el otro.
Los enamorados son – y somos – como los avaros, siempre están –  estamos,- pensando que alguien, algún intruso; nos robara nuestro mayor tesoro.
Ponme como un sello sobre tu corazón
Como una marca sobre tu brazo
Porque fuerte es como
La muerte el amor
Duro como el sepulcro el celo
Sus brasas, brasas de fuego
Fuerte llama.
Los amantes, los enamorados no quieren compartir con nadie a su amor. Queremos saber que vivimos en el alma y cuerpo del otro. Que nos lleve en el corazón y como un tatuaje en la piel ¿Cuántos veces los enamorados se tatúan los nombres de su amado (a ) y hasta se desea dejar marca en la piel ( Un chupetón ) como marca de propiedad.
El amor engendra el sentimiento de posicionamiento, de celos, de los celos ‘normales’. El amor romántico, considera que mi amada es única para mí, y yo soy único para ella. No interesan los demás hombres o mujeres.
Las muchas aguas
No podrán apagar el amor
Ni lo ahogarán los ríos
Ese sentimiento que llega a despertar la mujer amada, sus besos, caricias, sonrisas y momentos vividos, y ese dar a ella, es lo que se convierte en amor. Y ni las aguas más profundas o heladas podrán apagarlo o extinguirlo de nuestra memoria.
La Mujer amada es única, es parte del enamoramiento, idealizar a la mujer porque como escribe Salomón:
Entre sesenta reinas
Y decenas de doncellas
Una es la paloma mía
Es perfecta mi paloma
Única entre miles.
IV
El Amor es una atracción hacia una persona única: a un cuerpo, a una alma. El amor es elección. Es amor en primera instancia, es tratar de entregarse a una sola persona, que por ese gran misterio se nos hace única. Nadie es como ella. Nuestro amante, no se comparte. Las horas y los días son cortos y grises sin ella o sin él.
Si somos correspondidos, el mundo es otro. Nada como dar a ese ser único, y esto se agrande si nos corresponde en detalles, caricias y besos. El lenguaje del amor es el beso. Se besa al amado porque en el aliento vive el alma, por eso los amantes pasan minutos besándose.
Pero somos cuerpo, y por éste trascendemos en el mundo nuestra pareja tiene cuerpo, rostro y nombre pero su realidad real, precisamente en el momento más intenso del abrazo, se dispensa en una cascada de sensaciones que a su vez se disipan.
El amor, es atracción física y llega el momento de desear estar en el otro. Sentir que nuestro cuerpo se funde en el otro. Es el momento de la sexualidad. Del placer.
La sexualidad es placer y reproducción”. Puede terminar en monotonía, el ser humano es el único ser que puede tener relaciones sexuales mirándose a la cara y de otras formas. El Kamasutra da cuenta de cuantas poses existen, y en la modernidad la lencería y juguetes sexuales han hecho que la sexualidad sea un abanico de maneras de gozar a través de la fantasía erótica.
El erotismo es sexo en acción, suspende la función de la reproducción. En los rituales eróticos el placer es un fin en sí mismo.
Sexo, erotismo, y amor son aspectos del mismo fenómeno, manifestaciones de lo que llamamos vida. El más antiguo de los tres, el más amplio y básico, es el sexo. Es la fuente primordial. El erotismo y el amor son dos formas derivadas del instinto sexual: cristalizaciones, sublimaciones, perversiones y condensaciones que transforman la sexualidad.
El erotismo es invención, variación incesante. El sexo es siempre el mismo. En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación y el deseo.
Muchos poetas de muchas épocas han escrito y alabado al Cantar de los Cantares, único libro erótico de la Biblia. Un canto a la mujer, un poema y reconocimiento de que la presencia de la mujer en este mundo, es la mejor y más fehaciente prueba de que Dios existe.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *