De que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, Por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.
Salvador Allende.

Por. Luis Román


I
Salvador Guillermo Allende Gossens, nació el 26 de junio de 1908; fue médico cirujano y político socialista chileno, presidente de Chile desde el 3 de noviembre de 1970 hasta el día de su muerte, el 11 de septiembre de 1973.
Postulado por La Unidad Popular – Un conglomerado de partidos y organizaciones de izquierda – Allende ascendió a la Presidencia de Chile en 1970 a los 62 años de edad.
De ideas socialistas, nacionalistas y progresistas, tomó decisiones en beneficio del pueblo chileno. Expropió el cobre y otras industrias. En ese momento, representó un parte aguas en América Latina. Por la vía electoral, había logrado el triunfo en ese gran país sudamericano, justo cuando en el continente prevalecían las dictaduras militares y la política de represión por parte de USA a todo lo que representará las ideas socialistas.
Amigo de Fidel Castro, y Che Guevara, logró que el Poeta Pablo Neruda, declinara su candidatura a la Presidencia a su favor. Ambos, eran originarios de Valparaíso.
Allende tenía ya un historial de luchador social antes de asumir la Presidencia de Chile. Había Diputado, Ministro de Salubridad del gobierno de Pedro Aguirre Cerda y Senador desde 1945 hasta 1970, ejerciendo la Presidencia en la cámara alta del Congreso entre 1966 y 1969.
Estos cargos le permitieron tener un panorama amplio del momento histórico que estaba viviendo su país: Chile es y era considerado el país más politizado de América Latina. El triunfo de la Unidad Nacional, así lo constató. Era un triunfo histórico. El cambio social por la vía pacífica era en ese momento un hito histórico.
Fue candidato a la presidencia de la República en cuatro oportunidades: en las elecciones de 1952 obtuvo un magro resultado; en las de 1958 alcanzó la segunda mayoría simple tras Jorge Alessandri; en las de 1964 obtuvo un 38 % de los votos, que no le permitieron superar a Eduardo Frei Montalva; y, finalmente, en 1970 en una reñida elección a tres bandas, consiguió la primera mayoría simple con un 36,6 % de los votos, siendo en definitiva ratificado por el Congreso Nacional. De ese modo, se convirtió en el primer presidente marxista del mundo en acceder al poder a través de elecciones generales en un Estado de derecho.
En su toma de protesta dijo al mundo y a USA:
¿Pero qué es el poder popular? Poder popular significa que acabaremos con los pilares donde se afianzan las minorías que, desde siempre, condenaron a nuestro país al subdesarrollo.
Acabaremos con los monopolios, que entregan a unas pocas docenas de familias el control de la economía. Acabaremos con un sistema fiscal puesto al servicio del lucro, y que siempre ha gravado más a los pobres que a los ricos; que ha concentrado el ahorro nacional en manos de los banqueros y su apetito de enriquecimiento. Vamos a nacionalizar el crédito para ponerlo al servicio de la prosperidad nacional y popular.
Acabaremos con los latifundios, que siguen condenando a miles de campesinos a la sumisión, a la miseria, impidiendo que el país obtenga de sus tierras todos los alimentos que necesitamos. Una auténtica reforma agraria hará esto posible. Terminaremos con el proceso de desnacionalización, cada vez mayor, de nuestras industrias y fuentes de trabajo, que nos somete a la explotación foránea.
Recuperaremos para Chile sus riquezas fundamentales. Vamos a devolver a nuestro pueblo las grandes minas de cobre, de carbón, de hierro, de salitre. Conseguirlo está en nuestras manos, en las manos de quienes ganan su vida con su trabajo y que están hoy en el centro del poder.
El resto del mundo podrá ser espectador de los cambios que se produzcan en nuestro país, pero los chilenos no podemos conformarnos con eso solamente, porque nosotros debemos ser protagonistas de la transformación de la sociedad.
Es importante que cada uno de nosotros se compenetre de la responsabilidad común.
El sueño del cambio social por la vía pacífica en Chile comenzaba, el mundo entero estaba atento a las medidas tomadas por Salvador Allende, quien de inmediato se ganó un lugar digno en el mundo.
II
Sin embargo, el camino no fue sencillo, al expropiar la industria minera, la banca y otras áreas que estaban en manos de empresas transnacionales. Pronto despertaron encono en USA. Quien de inmediato, ordeno a lo países de la región a reducir sus relaciones comerciales con Chile.
Pocos países mantuvieron relaciones diplomáticas y comerciales con Chile, entre ellos Cuba y México. La escasez de alimentos, de insumos para la industria y la negativa de créditos monetarios, pronto ocasionaron una severa crisis económica entre los ciudadanos chilenos. Afloró el descontento y el encono.
Sin embargo, el proyecto político de Allende continuó, en ese contexto van a surgir los Cuadernos de Divulgación Políticade Martha Harnecker, que trataba de concientizar al pueblo del duro momento que se vivía. Intelectuales como Clodomiro Almeida y otros fueron próceres del pensamiento socialista chileno.
Sin embargo, los sueños se trastocan siempre frente a la maldad. USA logró el consenso de la Junta Militar encabezada por Augusto Pinochet Ugarte, para que el 11 de septiembre de 1973. Se diera un golpe de Estado en contra del Presidente Salvador Allende.
Entre los bombardeos de la fuerza área y los disparos de las tanquetas y soldados, el Palacio de la Moneda – Casa Presidencial – El Presidente Allende resistió, nunca se rindió y ante este escenario de violencia, logró emitir un gran discurso histórico que hoy son un gran testimonio de valor y coraje.
“Seguramente ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Postales y Radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura sino decepción.”
El Ejército a las órdenes de Pinochet y respaldado por USA le pedían su renuncia. Esto era humillar a un hombre integro como Allende.
“Me dirijo, sobre todo, a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la abuela que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la Patria, a los profesionales patriotas que siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios de clases para defender también las ventajas de una sociedad capitalista de unos pocos.
Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente…”
Efectivamente la dictadura de la Junta Militar Chilena fue una de las crueles e ignorantes que ha conocido la historia reciente. Con todo el apoyo de USA y las empresas transnacionales. Chile fue el laboratorio del Fondo Monetario Internacional y de su economista Milton Friedman. El neoliberalismo se plantó en ese gran país. Y las sombras de la brutalidad ahogaron a Chile en la penumbra de la brutalidad. Dictadura que terminó hasta 1989 a través de un plebiscito que dijo NO a la brutalidad.
“El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse”
En Chile durante más de 20 años, se prohibieron los libros de pensamiento marxistas. Hay escenas donde los soldados queman bibliotecas y libros. La orden era “! Quemen todo libro, revista, o folleto que lleve la palabra rojo!”. Un soldado marcó a su comandante preguntándole “¿Comandante, aquí está La Caperucita Roja, qué hacemos?”. La respuesta fue “! Quémenla, qué espera soldado!”
Allende concluía su discurso y su vida con estas palabras proféticas, de un hombre que supo ser guía de un pueblo grande:
“Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor”.
Si bien hoy Chile sigue luchando por ser un mejor país, también lo es que el espíritu de lucha y politizado lo hace ser un digno de Salvador Allende.
A 46 años de ese acto trágico, cobarde y cruel que fue el golpe de Estado, auspiciado por USA. El Pensamiento y legado de Allende es más vigente y actual.

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