Luis Román

Escritor y Columnista


“Siempre que me preguntan por qué volví a casarme
Con Amador inmediatamente respondo ¡Por Imbécil!”
Marga López


I

Marga entra con el pie derecho al cine mexicano. Su rostro es encantador, llama la atención. En 1947 filma junto a Pedro Infante “Los Tres García”, que de inmediato se convierte en un éxito y por la cual se le paga un sueldo de estrella ¡$3, 000!
Es dirigida por Ismael Rodríguez a quien compara con Luis Buñuel o Emilio ‘El Indio’ Fernández. Comenta “En la filmación tanto Abel Salazar como Pedro Infante me pretendieron. Uno mordiéndome al besarme y otro no soltándome, cuando me abrazaba. Les dije que no me agradaban esas confianzas, lo entendieron y terminamos siendo buenos amigos” (Ibíd. 52)
Marga va abriéndose camino, cobra como estrella y lo es. Incluso Agustín Lara la llama a que interprete sus canciones en el teatro “La cantante con cara de muñeca y voz de paloma” la presentaba el “Flaco de Oro”.
Es asediada por los hombres, el Bachiller Álvaro Gálvez y Fuentes, que era un locutor de radio bastante instruido la pretende y son novios. Pero, las letras y la cultura no son para Marga.
En los 50’s Emilio ‘El Indio’ Fernández, le propone filmar “Salón México” (1949), cinta melodramática que le dará su primer Ariel como mejor actriz.
Para 1950 Marga se da el lujo de elegir sus películas y cobrar a su gusto. Para 1950 filma “Azahares Para Tu Boda”. En ese año compra su primera casa. La vida le da todo a Marga. En 1952 filma “La Mentira” junto al galán español, Jorge Mistral, de quien confiesa se enamoró, pero no hubo relación alguna. Años más tarde dirá “¿Por qué no le hice caso a Jorge? ¡Nunca lo sabré!” (Ibíd. 57)
La mancuerna Infante – López sigue dando taquillazos, “Un Rincón Cerca del Cielo” (1952) y “La Tercera Palabra” (1956) la colocan ya como una actriz imprescindible en el cine nacional.
Luis Buñuel con su cine culto y de crítica religiosa la llama para filmar “Nazarín” (1959) cinta que resulta todo un éxito.
Marga no confiesa amoríos en sus memorias. Ha ganado dinero, fama, pero sigue siendo mujer de un solo hombre, del padre de sus hijos. De nuevo Carlos Amador, ya con fortuna la vuelve a cortejar y cede. Regresa de nuevo con su esposo. Recuerda en su vejez “Siempre que me preguntan por qué volví a casarme con Amador inmediatamente respondo ¡Por Imbécil!” (Ibíd.p.59)
Han pasado 20 años de su primer casamiento, pensaba que Amador había cambiado. No fue así. Todo lo contrario. Los defectos se acentúan. Amador no ha dejado el vino, las mujeres y no es nada obligado con los gastos de sus hijos.
“Amador compró una casa, la puso a su nombre y nunca me dio dinero. Le di suerte, se saco la lotería con el número 11943. Era celoso, me peleaba, me prohibía tener amigos y menos ir a fiestas. Ya borracho, me gritaba y me insultaba. Fue un verdadero infierno” (Ibíd. 61)




II

Marga se divorcio de nueva cuenta de Amador. En la cinta “Cuando Acaba la Noche” (1964) junto al actor Arturo de Córdova el amor renace, Córdova ya había trabajado con Marga en otras cintas. Pero no se había dado la oportunidad de hablar, el actor ya entrado en años se convierte en un adolescente:
“Marga ya no puedo más, tengo que decirte que estoy loco por ti. Estoy enamorado de ti, desde hace mucho tiempo, dime que tú también me amas” (Ibíd. 70)
El tenía 64 años y Marga 40 años, había una diferencia abismal. Pero los hombres jóvenes no sirven a las mujeres. Córdova tiene la experiencia, acepta la vida de Marga, sus hijos y sus compromisos. Arturo tiene la calma de la experiencia.
Este amor otoñal que le da Arturo vuelve loca a Marga, lo que no pudo Amador, Infante, Salazar, Mistral, y Gálvez lo hace el hombre maduro “Arturo detuvo mi vida, me hizo flotar en el agua, disfrutar, dejarme querer y no preocuparme” (Ibíd. 90)
“Nuestro amor, fue una luna de miel eterna”; recuerda Marga ya en la vejez. Pero nada es eterno. Marga viaja a Buenos Aires a visitar a su familia. De regreso, se entera que “A Arturo le dio una embolia del lado derecho del cuerpo. Se le paralizó el lado izquierdo. La pierna y el brazo y la mitad de su cara” (Ibíd.p.99)
Fueron nueve años de un amor otoñal, pero intenso. “El 3 de noviembre de1973 murió Arturo de neumonía ¿Cuánto se puede amar a una persona? Cuando murió la casa me parecía inmensa y desolada. Hasta que la muerte nos separó” (Ibíd. p. 105)

Marga es breve, escueta y no comparte mucho de su mundo de pasiones ni describe cómo se vivió el cine en esa época de oro, así como su relación con políticos y empresarios.
Marga al final escribe “La vida es un ratito, el tiempo en cambio es infinito. A veces olvidamos que el tiempo y la vida corren en paralelo” ( Ibid. p. 120)

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