Luis Román

El propio Stalin cuando saludó al presidente Truman en Potsdam,
le dijo ‘que Hitler vivía y era posible que hubiese
buscado refugio en argentina o España”.
Besymensky
I
En pasados días cae a mis manos “La Muerte de Adolfo Hitler” de Lew Besymensky (Ed. Caralat, Barcelona, 1970, 219 pp.). Es un texto interesante porque, el autor analiza la muerte del Fuhrer a través de la autopsia que realizaron los soviéticos, y muestra no sólo el certificado de defunción, sino incluso, fotografías de la dentadura de Hitler, y del lugar donde fueron hallados los cadáveres del Fuhrer y de su esposa, Eva Braun.
Durante décadas la muerte de Hitler fue un misterio por resolver. Hubo in sinnúmero de versiones, desde aquella que sostenía que se pegó un tiro en la cabeza; hasta la otra que ingirió una cápsula de cianuro, y la más audaz, que Hitler murió en Buenos Aires en 1978.
No existían muchas fotografías del cadáver de Hitler, al inicio del siglo XXI. Rusia dio a conocer un video original que captaba el momento en el cual, las tropas soviéticas, desterraban los cadáveres de Hitler y su esposa. Nunca se supo dónde quedaron los cadáveres. Hubo quien afirmaba que los restos del Fuhrer estaban en el Kremlin. Pero no existían evidencias de esto.
El libro de Lew Besymensky da luces sobre lo que ocurrió cuando el 2 de mayo de 1945, las tropas soviéticas entran al Búnker de Hitler en Berlín.
II
El 2 de mayo de 1945, las tropas soviéticas ingresan a Berlín, y de inmediato acuden a la cacería de Hitler. El edificio de la Cancillería, es el objetivo. En él están resguardados, unos cuantos soldados, gente cercana a Hitler. Los soldados, interrogan ¿Dónde está Hitler? La respuesta es solo una: Se ha suicidado, pero no dicen dónde está su cadáver.
De momento, los soviéticos se dan cuenta que, en el patio de la cancillería, existen diversas fosas con cadáveres. El olor es nauseabundo. Pero estos restos, están irreconocibles. Hasta que un soldado raso, de nombre Iván tschurakov, descubre los pies de un cuerpo, en una especie de cisterna, comienza a cavar y se percata que, junto a ese cadáver calcinado, esta otro, de una mujer. Llama a sus superiores. Parece que son los cadáveres de Hitler y su esposa.
De acuerdo con los interrogatorios hechos por los soviéticos, el día 30 de abril de 1945, fue el día en el cual Hitler decidió quitarse la vida junto con su esposa. Sus asistentes, habrían recogido sus restos y los habrían quemado y sepultado. Pero no pudieron desaparecerlos, como les había ordenado el Fuhrer.
Un día antes, el 29 de abril, Hitler habría matado a su perra Pastor Alemán “Blondi”; y con ella, probó la efectividad del veneno.
La autopsia realizada por los soviéticos señala sobre el cuerpo presuntamente de Hitler “Dentro de una caja de madera se encontró un cadáver carbonizado, la edad del muerto es de 50 a 60 años. Media 1.65 (Hitler medía 1.75 de altura, los médicos forenses argumentaron que, debido al fuego, los músculos se contraen y esto originó una disminución en la estatura) Falta una parte del cráneo. La lengua está carbonizada. En el maxilar hay 9 dientes unidos por un puente de metal amarillo. En la boca se encontraron trozos de vidrio. El miembro sexual está carbonizado. Sólo tiene el testículo derecho. Se aprecia una fractura del fémur derecho. Falta el pie izquierdo” (Ibíd. Pág. 111).
El hecho de descubrir que el cadáver solo tuviera un testículo, fue novedoso, en medicina este defecto, se conoce como monaquismo.
Lo que sugiere que Hitler primero ingirió una capsula o ampolleta de cianuro, y para asegurarse de su muerte, se pegó un tiro en la cabeza. Lo que habla de su obsesión y temor a quedar moribundo. Al igual, alguien más, le dio el tiro de gracia, después de haber ingerido el veneno. No hubo testimonio alguno en este sentido. Lo cierto, es que Hitler lo que más temía era caer en manos de los soviéticos y ser expuesto como un mono de zoológico en Moscú.
III
¿Dónde quedaron los cadáveres tanto de Hitler, Eva Braun y la familia Goebbels – el matrimonio y las 5 hijas que habían procreado-? “Todos estos cadáveres tuvieron un fin común: fueron incinerados totalmente y sus cenizas esparcidas” (Ibíd. P. 141).
Stalin estuvo siempre informado de lo que se iba descubriendo con la autopsia. Desde el 3 al 8 de mayo, se envió una comisión de médicos forenses para realizar la identificación presuntamente de Hitler.
Una de las conclusiones a las que se llegó, aparte de corroborar que los restos sí eran de Hitler fue que “El 8 de mayo de 1945, nuestra comisión no pudo encontrar el menor rastro de un disparo en el cadáver de Hitler. Este se había envenenado” (Ibíd. Pág.156).
Hitler no contempló una rendición como lo hizo Napoleón. Siempre tuvo en mente que la muerte era la única salida que tenía. Sabía que los soviéticos no sólo lo maltratarían, sino sería condenado a muerte. La versión de que Hitler sobrevivió persistió y queda como anécdota.
Si hacemos un comparativo entre Napoleón y Hitler, y la pregunta ¿Quien tuvo más valor? ¿Quién fue más valiente o cobarde?