¡Mírame Para Que Exista Como Mujer!
¿Quién te dijo
Que el matrimonio es
¿Para ser feliz?
I
Conforme va uno viviendo, y las hojas del calendario nos dicen cuántos días, semanas y meses han transcurrido en nosotros, el varón de cierta edad mira y admira a las mujeres; la otra cara del mundo. Puedo imaginar este universo sin los hombres; pero no sin las mujeres.
Por ello; sigo el viejo y sabio consejo de mi maestro – ya fallecido – Ricardo Garibay, “Lea todo lo que escriban las mujeres, por banal que le parezca, acérquese al pensamiento de ellas. La mujer es la vida misma, para nosotros los hombres”.
Así lo he hecho, cayó en mis manos una novela escrita por Martha Carrillo, la conductora y guionista de televisión y telenovelas. No soy lector de este tipo de lecturas. Pero me venció la curiosidad y lo compré en el Ejército de Salvación a $20.
“Ni Santa Ni Golfa” se publicó en 2006, por Editorial Diana, la trama es sencilla, una historia rosa, tipo Televisa. Una mujer – Carmen – nace en el seno de una familia clase mediera en los 60’s, tiene dos hermanos – una mujer y un varón – su madre nunca fue feliz con su padre, quien por dedicarse en cuerpo y alma al trabajo sólo se convirtió en un proveedor, pero nunca más se dedicó a cultivar el amor a su mujer. Quien ante este distanciamiento; un buen día, con el pretexto de llevar a los hijos a la escuela, se detiene a mirar en un consultorio veterinario a los perritos y gatos que ahí se venden. El doctor sale y la saluda, se miran, se gustan y ese será el pretexto del inicio de una infidelidad, de la cual la madre de Carmen saldrá embarazada.
“Mi madre dejó salir al animal dormido que llevaba dentro, era una mujer. Su vagina se humedecía con simplemente recordar a ese hombre, sus ojos tenían el brillo de una mujer bien cogida, como no los tenía cuando sólo existía mi padre” (Ibíd. 46)
El esposo al enterarse le pide a su esposa, que aborte, la mujer accede “Mi madre vivió ese embarazo como un martirio, no sabia de quién era el bebé” (Ibíd. p. 53)
Meses más tarde, la Mamá continuó siendo infiel porque “Cuando una mujer tienes ganas, es peor que el diablo” (Ibíd. p. 80).
Carmen crece viendo cómo su madre no es feliz con su padre. Sus hermanos no son buenos estudiantes y ella sí, lo que el progenitor valora. Desde entonces será la hija preferida por aplicada y fría.
Carmen ve que las mujeres como su madre sólo tienen una estrategia de autoestima “! Mírame, sólo mírame porque tú, hombre, me miras, y entonces yo mujer, ¡existo si me miras!” (Ibid. p. 34).
Estudia leyes, y su vida amorosa es al principio entrega, luego al ser engañada, disimula, y al final entabla relaciones sentimentales y sexuales con diversas conclusiones.
Al perder la virginidad le comenta a su intima amiga “De seguro mi mamá me cosió de chiquita ¡Qué trabajo nos costó a los dos!” (p. 67)
II
¡Vendrían más aventuras amorosas porque “! ¡Qué rico es coger!” (p. 89) hasta que desea casarse y se encuentra con un dilema, ¿cómo decirle a ese hombre que ya no es virgen? “El único problema estaba en averiguar si a él, le importaba que su Princesa ya no fuera virgen” (Ibíd. p. 89).
Él le respondió “No me importa no haber sido el primero, sólo quiero ser el último” (Ibíd.p.96)
¿Cómo actúa una mujer a quien de verdad desea entregarse? “Me hubiera gustado no tener tantas caricias en mi cuerpo, para ser suya de verdad” (Ibíd. p.95).
El enamoramiento y el deseo se extinguen como una flama si no se cultiva, y casi siempre aparece un tercero. Y cuando aparece un tercero, es porque uno de los dos lo ha invitado o dice Carmen “Cuando entre dos hay tres, es porque hay un espacio” (p. 117).
¿Cómo actuar cuando se sabe que nuestra pareja ha estado con otra persona? “La piel de mi marido estaba impregnado de unas caricias que no eran las mías” (p.110).
Carmen se pregunta cada noche “¿Cómo se le hace para arrancarte a alguien que traes tatuado en el cuerpo y en el corazón? ¿Cómo?” (p. 151).
Al final de la novela, se plantea un problema que muchas mujeres generan y no entienden del sexo masculino ¿Qué les gusta a los hombres, aparte del sexo? “A los hombres necesitas admirarlos, diles que son unos fregones, si tu admiras a tu pareja, diceselo, que no hay nadie como él, de lo contrario nunca te amara” (p.160).
¿Qué necesita escuchar o saber una mujer? “! Sentirse viva, si un hombre se las ingenia con detalles, con caricias, con sorpresas que te hagan sentir la mejor y más querida, ¡ya la hizo!” (p. 160).
Hasta aquí el resumen y hipnosis de “Ni Santa Ni Golfa” de Martha Carrillo.
III
Muchos de los pensamientos y reflexiones que Carmen, el personaje de la novela hace, sean dignos de análisis. Me viene a la mente esa frase leída hace mucho, que respondía a la pregunta ¿Cuándo en verdad una mujer es tuya? “! Cuando ella esté orgullosa de desnudarse, acostarse y de que estés dentro de ella. ¡Mientras No!” (Roberto Blanco Moheno, Puro Cuento, Ed. Costa Amic, 1978, p. 67) ¿Será?
José Ortega y Gasset en su libro “Sobre el Amor” (Ed. Salvat, 1980) consideraba que la mujer es la vida misma, es velocísima para aprender a vivir y amar. “Necesita amar y vivir mucho”. La mujer es el sentido de vida para el hombre. Siempre se aprende de las mujeres.
¿Qué tan determinante es la edad de los integrantes de una pareja? El español sostenía que la diferencia de tiempos es fundamental. El hombre de 40 apenas sabe lo que una mujer de 30. Un hombre joven no sirve de nada para una mujer.
“Las mujeres consumen las ideas, matan, absorben” (Ibíd. 78). Me quedó con el pensamiento de Eva Perón, quien escribió “Nosotras las mujeres sentimos y sufrimos más el amor que los hombres. En nosotras la inteligencia se desarrolla a la sombra del corazón y por eso la inteligencia no se ve, sino a través de los cristales del amor” (Eva Perón, La Razón de mi Vida, Ed. Planeta, 1997, p. 56)